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Accelera by Cummins, Daimler Truck y Paccar producirán baterías de LFP

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Se espera que la inversión total se localice en el rango de 2,000 a 3,000 millones de dólares para la fábrica de 21 GWh.
Se espera que la inversión total se localice en el rango de 2,000 a 3,000 millones de dólares para la fábrica de 21 GWh.

Recientemente, Accelera by Cummins, unidad de negocio enfocada en el desarrollo de tecnologías de cero emisiones, Daimler Trucks & Buses US Holding LLC y PACCAR, anunciaron la conformación de una asociación orientada a la aceleración y localización de la cadena de suministro de baterías en Estados Unidos.

La empresa conjunta se centrará, inicialmente, en tecnología de baterías de litio-hierro-fosfato (LFP) para camiones comerciales eléctricos de batería. Para ello, se espera que la inversión total se localice en el rango de 2,000 a 3,000 millones de dólares para la fábrica de 21 gigavatios hora (GWh).

La empresa estará dividida en partes iguales para las tres compañías, con una participación de 30% cada una. El 10% restante pertenecerá a EVE Energy, fabricante de celdas de batería LFP para la industria automovilística, quien actuará como proveedor tecnológico en lo que respecta al diseño y fabricación de células de baterías.

“Tenemos la responsabilidad de alcanzar la descarbonización de la mejor manera posible para todas las partes interesadas, lo que requiere trabajar en estrecha colaboración con socios clave, por lo que este anuncio refleja nuestro compromiso por llegar a esa meta. No solo estamos avanzando en una solución tecnológica clave para nuestros clientes, sino también acelerando la transición energética en los Estados Unidos”, explicó Jennifer Rumsey, presidenta y directora ejecutiva de Cummins.

Las células de batería LFP producidas por la empresa conjunta ofrecerán varias ventajas en comparación con otros proveedores, incluido un menor costo, una vida más larga y una mayor seguridad, sin necesidad de emplear materias primas de níquel y cobalto, con lo que se espera una creciente demanda de tecnología de baterías a lo largo de esta década. 

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México producirá catalizadores para Diésel Ultra Bajo Azufre (DUBA)

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Se calcula que la planta produzca 891 toneladas anuales de catalizador para procesos de hidrotratamiento.
Se calcula que la planta produzca 891 toneladas anuales de catalizador para procesos de hidrotratamiento.

En el marco de su 58 aniversario, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) anuncia el inicio de la construcción de la primera planta industrial para la producción de catalizadores en México, en el Centro de Tecnologías para Exploración y Producción (CTEP), ubicado en Boca del Río, Veracruz.

Se calcula que la planta produzca 891 toneladas anuales de catalizador para procesos de hidrotratamiento. Con materia prima disponible, a precios competitivos y al alcance de la industria de los hidrocarburos, se estima un ahorro de 2 millones 673 mil dólares por año. Con esta iniciativa, el IMP busca dotar al Sistema Nacional de Refinación (SNR) con materia prima de disponibilidad inmediata para la producción de combustibles limpios.

La ceremonia se llevó a cabo en las instalaciones del CTEP Veracruz, y fue presidida por la secretaria de Energía, Rocío Nahle; el gobernador del estado, Cuitláhuac García; el director general del IMP, Marco Osorio Bonilla; Jorge Luis Basaldúa, director de Pemex Transformación Industrial y Juan Manuel Unanue, presidente municipal de Boca del Río.

Durante el evento, la secretaria de Energía destacó la labor del Instituto Mexicano del Petróleo en la industria nacional de los hidrocarburos, y dio a conocer que, con la construcción de esta nueva planta de catalizadores, Petróleos Mexicanos podría ahorrar alrededor de 80 millones de dólares, actualmente destinados a la compra de estos en el extranjero.

Los catalizadores que se producirán en esta planta se realizarán con base en materiales y minerales preciosos, como el platino. La construcción, que contará con una mano de obra de mil personas y 4000 m2, tendrá una duración de un año y una inversión de 563 millones de pesos.

Por su parte, el ingeniero Marco Osorio Bonilla, director general del Instituto Mexicano del Petróleo, aseguró que el proyecto surge a partir del objetivo de lograr la soberanía energética, una idea impulsada por el presidente de la República, como estandarte de su administración.

«Los catalizadores dejarán de ser de proveeduría extranjera y se espera la contribución de otros centros de investigacion», expuso el directivo. Asimismo, enfatizó en el papel de la nueva planta en la industria de los hidrocarburos, ya que el 86% de los catalizadores que utiliza Pemex son elaborados con tecnología IMP, aunque eran importados. «La infraestructura del IMP es vasta, más de 50 especialistas forman parte de la plantilla de este proyecto», puntualizó.

La ubicación de la planta en Boca del Río, Veracruz, es estratégica para atender los requerimientos del Sistema Nacional de Refinación. De igual forma, por el papel que juega el estado en la industria petrolera, actualmente el IMP cuenta con un proyecto para instalar un Clúster Tecnológico en el CTEP, con miras hacia el fortalecimiento de los sectores de la petroquímica en México, para atender a toda la cadena de valor de la industria petrolera nacional.

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Anatomía del gas natural

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El gas natural es una mezcla de hidrocarburos simples compuesta principalmente de metano (CH4) y otros hidrocarburos más pesados como etano (C2H6), propano (C3H8) y butano (C4H10); además también puede contener trazas de nitrógeno, dióxido de carbono (CO2), ácido sulfhídrico (H2S) y agua. Dependiendo de su origen se clasifica en:

  • Gas asociado: es el que se extrae junto con el petróleo crudo y contiene grandes cantidades de hidrocarburos.
  • Gas no asociado: es el que se encuentra en depósitos que no contienen petróleo crudo.

El procesamiento del gas natural se realiza a través de procesos industriales que transforman el hidrocarburo extraído del subsuelo en gas seco o gas natural comercial (GNC), y Gas Licuado de Petróleo (GLP).

El GNC es gas natural seco almacenado a una presión de 200-250 atmósferas en estado gaseoso en un recipiente. Este gas natural es principalmente metano, que al tener un alto índice de hidrógeno por carbono produce menos CO2 por unidad de energía entregada, en comparación con otros hidrocarburos más pesados.

Entre sus principales usos del gas natural, destacan el de combustible para transporte, hogares, comercios e industrias. Asimismo, es empleado para la generación de energía eléctrica por medio de plantas de ciclo combinado, tecnología consiste en utilizar la combustión del gas natural y el vapor que producen los gases de escape para generar electricidad de manera complementaria.

No obstante, también desempeña un papel fundamental como materia prima en la elaboración de productos petroquímicos, ya que, de forma relativamente fácil y económica, puede ser convertido a hidrógeno, etileno o metanol para fabricar diversos tipos de plásticos y fertilizantes.

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Llega Enilive, nueva marca de Eni para la movilidad sustentable e inteligente

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Eni Sustainable Mobility planea ampliar su capacidad de biorefinación a más de 3 millones de toneladas/año en 2025.
Eni Sustainable Mobility planea ampliar su capacidad de biorefinación a más de 3 millones de toneladas/año en 2025.

El pasado 1° de septiembre, la energética italiana Eni introdujo al mercado Enilive, una nueva marca de Eni Sustainable Mobility, dedicada a la biorrefinación, la producción de biometano, las soluciones de movilidad inteligente, así como a la comercialización y distribución de todos los vectores de energía para la movilidad, a través de más de 5 mil estaciones en Europa.

Enilive tiene como objetivo proporcionar servicios y productos progresivamente descarbonizados para la transición energética, acelerando el proceso de reducción de emisiones a lo largo de todo su ciclo de vida, para que Eni pueda alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.

En este sentido, la red de estaciones Enilive ofrecerá una amplia gama de productos y soluciones de movilidad sustentable, entre los que destacan combustibles biogénicos como HVO (Aceite Vegetal Hidrogenado), bio-GLP y biometano, además, de hidrógeno y electricidad, lubricantes y combustibles.

Enilive, es la nueva marca e identidad visual de la empresa, representa un cambio radical en la comunicación del papel que Eni Sustainable Mobility ha elegido representar como parte del proceso de transformación de la movilidad, acompañando a sus clientes a lo largo de este viaje.

“La nueva marca se alinea así con la red de marcas que Eni ha lanzado durante los últimos dos años, adoptando un nuevo color y gráficos que ilustran su propósito, su papel en el proceso de descarbonización y en la estrategia general de transición energética de Eni”, señaló la compañía en un comunicado.

Eni Sustainable Mobility planea ampliar su capacidad de biorefinación que, actualmente, ronda los 1.6 millones de toneladas/año, a más de 3 millones de toneladas/año en 2025 y superar los 5 millones de toneladas/año en 2030.

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Octopus Energy adquiere negocio doméstico de Shell en Alemania y UK

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La empresa británica de energía, Octopus Energy, anunció su adquisición de las operaciones domésticas de energía de Shell en Reino Unido y Alemania, aún cuando, hasta el momento, ninguna de las dos firmas ha revelado los montos económicos relativos a dicha operación.

En este sentido, Octopus Energy adelantó que, mediante esta expansión —luego de la compra de la marca Bulb, operación que le representó 1.5 millones de clientes adicionales.—, se convertirá en las responsable del suministro de energía de alrededor de 1.4 millones de hogares; así como de servicios de banda ancha para 500 mil clientes.

Por su parte, Shell aseveró que esta venta forma parte de su plan, anunciado a principios de 2023, que planteaba su salida de los negocios de energía doméstica en Reino Unido, Alemania Países Bajos. De esta manera, ambas empresas esperan que la venta finalice en el último trimestre de este año, sujeta a la aprobación regulatoria.

“Se tendrá una transición suave y no habrá interrupciones en el suministro energético; todos los clientes de energía y banda ancha de Shell serán contactados sobre los próximos pasos luego de la aprobación regulatoria. Los saldos de crédito de los clientes están protegidos y se transferirán automáticamente a su nueva cuenta con Octopus; junto con sus débitos directos existentes”, adelantó Shell.

Al respecto, cabe mencionar que, el crecimiento acelerado que ha experimentado Octopus Energy, lo ha llevado a convertirse en el segundo mayor proveedor nacional de energía en Reino Unido.

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La evolución del sistema eléctrico nacional de México y sus beneficios para el sector privado

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Por Adrián Montemayor,
ejecutivo de Ventas Senior en Acclaim Energy México

Desde su comienzo como monopolio controlado por el Estado, hasta la desregulación del mercado y la introducción de participación por parte del sector privado, el sector eléctrico nacional se ha sometido a cambios significativos con el objetivo de mejorar la competitividad, atraer inversión, y posicionar a México como un destino atractivo para el crecimiento industrial.

El Comienzo: La creación de la CFE y nacionalización

Previo a la creación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en 1937, la industria eléctrica nacional estaba compuesta por tres pequeñas empresas privadas regionales que, de los 18.3 millones de habitantes, podían abastecer solo a 7 millones de personas. A raíz de esto, el propósito de la CFE era dirigir el desarrollo, la operación, y el mantenimiento del sistema eléctrico nacional para facilitar el acceso a electricidad al resto de la población a través de la generación, transmisión y distribución de este vital recurso.

Nacionalización y el surgimiento de la planificación centralizada

En la década de 1960, el presidente Adolfo López Mateos emprendió un proceso de nacionalización, pasando a control estatal las empresas privadas de electricidad. Esta centralización buscaba garantizar el acceso universal a la electricidad, promover el desarrollo industrial y salvaguardar los intereses nacionales, ya que en su momento solo el 44% del país estaba electrificado. El estado asumió el control de toda la cadena de valor eléctrico, lo que resultó en un sistema verticalmente integrado liderado por la CFE. Si bien, este enfoque logró expandir el acceso a la electricidad, también limitó la competencia dentro del sector.

Previo a la Desregulación: La Ley De Servicio Público de Energía Eléctrica (LESPE)

Tras su publicación en el Diario Oficial de la Federación en 1975, la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica (LESPE) entró en vigor estableciendo que le corresponde exclusivamente a la nación, generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público, en los términos del artículo 27 constitucional. Pero, con la reforma de 1992 propuesta por el presidente Salinas de Gortari, el marco regulatorio abrió:

  1. La generación de energía eléctrica para autoabastecimiento, cogeneración o pequeña producción;
  2. La generación de energía eléctrica que realicen los productores independientes para su venta a la Comisión Federal de Electricidad;
  3. La generación de energía eléctrica para su exportación, derivada de cogeneración, producción independiente y pequeña producción;
  4. La importación de energía eléctrica por parte de personas físicas o morales, destinada exclusivamente al abastecimiento para usos propios; y
  5. La generación de energía eléctrica destinada a uso en emergencias derivadas de interrupciones en el servicio público de energía eléctrica.

Con este cambio en la LESPE y en paralelo la firma del Tratado de Libre Comercio (NAFTA por sus siglas en inglés), se creó el ecosistema ideal para detonar la inversión privada y el desarrollo económico en el país.

Abriendo las puertas: La Reforma Energética de 2013

Reconociendo la necesidad de modernizar el sector eléctrico, el gobierno mexicano introdujo una iniciativa energética integral. La reforma tenía como objetivo desregular el mercado eléctrico mexicano con el propósito de fomentar la competitividad, atraer inversión privada, y presentarle a los usuarios la posibilidad de escoger entre un contrato de suministro eléctrico privado o la CFE.

Uno de los pilares clave de este esfuerzo fue la liberalización del mercado energético, permitiendo la participación del sector privado en la generación, comercialización, y suministro de electricidad, mientras que el Estado se mantuvo con la transmisión, distribución, y planeación de la red eléctrica nacional.

Beneficios de la participación del sector privado

La introducción de la participación del sector privado en el sistema eléctrico nacional de México ha traído varios beneficios a la economía en general:

  • Mejora de la eficiencia: La participación del sector privado ha introducido competencia en el sector, promoviendo ganancias de eficiencia y reducción de costos. Las empresas privadas han aportado experiencia especializada, tecnologías avanzadas y prácticas de gestión que ayudan a optimizar las operaciones y mejorar el rendimiento general de los servicios energéticos.
  • Aumento de la inversión: La apertura del mercado eléctrico a la inversión privada ha atraído flujos de capital significativos al sector. Las empresas privadas han podido invertir en nuevas capacidades de generación, infraestructura de transmisión y proyectos de energía renovable, contribuyendo a la mejora del sistema eléctrico.
  • Transferencia de tecnología e innovación: La participación del sector privado ha facilitado la transferencia de tecnologías avanzadas y soluciones innovadoras al sector eléctrico. Estos avances han permitido la integración de fuentes de energía renovable y la implementación de soluciones digitales, lo que conduce a un sistema de energía más sostenible.
  • Diversificación de fuentes de energía: La participación del sector privado ha fomentado la diversificación de la matriz energética de México. Con la introducción de proyectos de energía renovable y limpia, el país ha reducido su dependencia de los combustibles fósiles, contribuyendo a mitigar el impacto del cambio climático.

Desafíos y el camino a seguir

A pesar de los numerosos beneficios de la participación del sector privado, persisten desafíos en el sistema eléctrico de México. La transición hacia un mercado más competitivo requiere un marco regulatorio sólido y una continua evolución de las reglas del mercado, entre otros aspectos. Garantizar una competencia justa, la estabilidad de la red y una infraestructura de transmisión adecuada se deben de mantener como prioridades para el desarrollo del sector.

Con una visión estratégica y una colaboración efectiva entre los sectores público y privado, México puede seguir avanzando hacia un futuro energético más prometedor si aborda algunos desafíos pendientes y aprovecha nuevas oportunidades como:

  • Infraestructura de transmisión y distribución: A medida que se expande la participación del sector privado y se diversifican las fuentes de energía, es fundamental fortalecer la infraestructura de transmisión y distribución. Se requiere una planificación estratégica y una inversión continua para garantizar una red confiable y eficiente que pueda manejar la creciente demanda y la integración de energías renovables.
  • Energías renovables y sostenibilidad: La participación del sector privado ha impulsado la adopción de energías renovables en el sistema eléctrico mexicano. Sin embargo, se deben tomar medidas adicionales para promover la sostenibilidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica fomentar políticas y programas que incentiven la generación y el consumo de energía limpia, así como promover la investigación y el desarrollo de tecnologías energéticas más eficientes.
  • Inclusión y equidad: A medida que se promueve la participación del sector privado, es fundamental garantizar la inclusión y equidad en el acceso a la electricidad. Se deben implementar medidas para garantizar que las comunidades rurales y marginadas también se beneficien de las mejoras en el sistema eléctrico. Esto podría incluir programas de electrificación rural, tarifas especiales para grupos vulnerables y la participación de comunidades locales en proyectos energéticos.
  • Innovación y desarrollo tecnológico: La participación del sector privado en el sistema eléctrico mexicano ha fomentado la transferencia de tecnología y la implementación de soluciones innovadoras. Es fundamental seguir promoviendo la innovación y el desarrollo tecnológico en áreas como el almacenamiento de energía, la gestión inteligente de la demanda y las redes eléctricas inteligentes. Esto permitirá una mayor eficiencia y flexibilidad en el sistema eléctrico.

Si quisiera conocer más información sobre cómo su empresa puede participar en el mercado energético, optimizar su portafolio para reducir costos, mitigar riesgos y mejorar su eficiencia energética puede contactarnos a través de nuestra página web www.acclaimenergy.com.mx.

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El Sistema de Información Energética (SIE) concentra una base de datos alimentada por las empresas, comisiones e institutos que forman parte del sector energético en México, así como por la propia Secretaría de Energía (SENER), con el objetivo de ofrecer información estadística georeferenciada de relevancia.

Con corte a junio de 2023, en lo que respecta a la generación bruta de energía reportada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por entidad federativa, Veracruz se consolida como el estado con el índice de generación más alto, registrado un total de 3,266,049 de magawatts hora (MWh) lo que representa, además, uno de los incrementos más pronunciados en el rubro, equivalente a 374,351 MWh en tan sólo un mes.

Con una marcada diferencia, le siguen el estado de Tamaulipas con una generación de 2,829,275 MWh, y Chihuahua, con un total de 1,946,027 MWh generados, cifras que representan un incremento equivalente a 123,748 MWh y 173,984 MWh, respectivamente, en relación con las cifras reportadas al cierre del mes de mayo.

Por último, cierran la lista de las cinco entidades con mayor generación energética en México al cierre del primer semestre del 2023, los estados de Colima con una generación de 1,314,135 MWh, y Durango, con 1,283,035 MWh generados.

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Por Rocío Abreu
Senadora de MORENA

Para nadie es un secreto que Petróleos Mexicanos, (Pemex) enfrenta problemas operativos derivado de la falta de inversión por falta de capital, un ejemplo claro es que no se invierte lo suficiente en infraestructura que le permita aprovechar el metano que hoy envía a la atmósfera, ya sea quemado o no, ya que diversos estudios científicos internacionales han concluido que dichas emisiones, además de dañar la salud de los mexicanos representan una fuga de dinero para la empresa del Estado.

México ha tenido grandes pérdidas debido a la quema y venteo del gas durante el proceso de producción de petróleo, de acuerdo con datos de Banco Mundial, de 2019 a 2021, en nuestro país han sido quemados 16 mil 700 millones de metros cúbicos de gas natural, lo anterior equivale a un valor de ventas de mil 923.5 millones de dólares, es decir, poco más de 37 mil 426 millones de pesos, con base en el Informe de seguimiento de la Quema de Gas en el Mundo 2022 del organismo mundial.

De este modo, el pago de Derecho por la Utilidad Compartida a Petróleos Mexicanos puede tener varias implicaciones para la empresa y su situación financiera, como son la reducción de los ingresos, lo que puede afectar su capacidad para financiar operaciones, inversiones y proyectos futuros; la presión sobre la rentabilidad, dificultando la generación de ganancias y el cumplimiento de sus objetivos financieros; las inversiones y exploración, derivado de la disponibilidad de fondos para inversiones y exploración, ya que puede disminuir debido al pago de derechos, afectando la capacidad de Petróleos Mexicanos para llevar a cabo actividades de exploración de nuevos yacimientos de petróleo, así como cumplir con la política de almacenamiento de gas, y modernizar sus instalaciones y equipos existentes.

Por lo que urge reducir la tasa del 54 por ciento a una de 40 por ciento, lo que implica una reducción de 14 puntos porcentuales en la tasa aplicable al Derecho por Utilidad Compartida que tributa Petróleos Mexicanos. El endeudamiento representa, para la empresa productiva del Estado, dificultades para pagar su deuda existente o para acceder a nuevos préstamos, lo cual genera un aumento en su carga financiera y limita su capacidad para financiar sus operaciones.

Si bien, desde hace dos ejercicios fiscales se ha contemplado en la Ley de Ingresos de la Federación esta reducción, por ubicarse en una Ley de vigencia anual, no se garantiza su continuidad, ya que dicha propuesta siempre está sujeta a su inclusión en el texto anual aprobado por el Congreso de la Unión, por ello, la propuesta de reformar la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos a fin de buscar de fortalecer financieramente a Petróleos Mexicanos, en su carácter de empresa productiva del Estado, tendría beneficios no solo para la propia empresa, sino para todo lo que representa el ingreso y buen funcionamiento dentro del sector hidrocarburos.

Apenas hace unas semanas, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que evalúa el margen que se tiene para poder reducir más la carga fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex), esto con el fin de continuar apoyando a la petrolera tal como lo ha indicado, en diferentes ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Durante décadas, Petróleos Mexicanos, (Pemex) ha sido el pilar más importante de nuestra economía, hoy sigue siendo la paraestatal más importante en el desarrollo económico de nuestro país. Sabemos que, para el ejercicio fiscal de 2022, se propuso un cambio en el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos, en dicho documento se estableció la posibilidad de modificar durante 2022, la tasa aplicable al Derecho de Utilidad Compartida que paga la empresa productiva del Estado al Fondo Mexicano del petróleo, siendo este el principal gravamen pagado por esta.

Con este cambio se buscó, por un lado, fortalecer las finanzas de Petróleos Mexicanos, y por otro, continuar con la despetrolización de la economía mexicana, al reducir la carga fiscal de la empresa, resaltando que la disminución de 14 puntos porcentuales al Derecho por la Utilidad Compartida fue aprobada en la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2022 por el Congreso de la Unión y publicada el 12 de noviembre de 2021 en el Diario Oficial de la Federación.

En este sentido, es de analizar que, para aplicación de esta medida, el Derecho por la Utilidad Compartida pagada por Petróleos Mexicanos, en su carácter de asignatario, durante el año 2021, con una tasa aplicable de 54 por ciento fue de 232 mil 262.8 millones de pesos, mientras que para el ejercicio fiscal de 2022 ya con una tasa aplicable del 40 por ciento se pagaron 172 mil 46 millones de pesos, lo que significó una reducción en la carga fiscal de la empresa por 60 mil 216 millones de pesos.

Sin embargo, la reducción del monto que Petróleos Mexicanos paga derivado del Derecho por la Utilidad Compartida, calculado en 60 mil 216 millones de pesos, serviría para incrementar hasta 3 veces lo invertido en mantenimiento por la empresa durante 2022. Asimismo, podría cubrir una quinta parte de la inversión que realizó Petróleos Mexicanos en el rubro de infraestructura económica, ayudando así, a destinar más a este ramo para el desarrollo de más programas o proyectos.

Petróleos Mexicanos ostenta una deuda consolidada al cierre de diciembre de 2022 de 2 billones 052.1 mil millones de pesos, sin contar los intereses, si bien, el crecimiento de la deuda se detuvo en el presente sexenio, la evolución de este indicador durante la presente administración demuestra la enorme necesidad que tiene la empresa productiva estatal de contar con un nuevo régimen fiscal que le permita operar.

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Por Miriam Grunstein

Caras vemos y resultados no sabremos hasta días después de la elección. Empero, por ahora, Marcelo podrá ver la suya en el espejito y, al preguntarle qué candidato es el más bonito, oirá dos nombres desde la superficie humeante: Xóchitl o Claudia, Claudia o Xóchitl. Las preferencias, lamentablemente para él, no lo reflejan.

Ya fuera yo hombre, mujer o cualquier otra “cosa,” esperaría que cualquiera de estas dos candidatas inserte un eje transversal de género en su propuesta energética. Claudia ya ha reconocido que la falta de energía eléctrica afecta más a las mujeres que a los hombres. Eso lo dijo hace más de un año, al estar aquí Jennifer Granholm en un foro donde estuvo presente su homóloga, Rocío Nahle, cuyos cromosomas no le han dictado una política energética inclusiva.

Esperamos que, si acaso llegara Claudia a ocupar la silla, no se olvide de que habló de las mujeres en la cocina frente al anafre, abanicando el fuego que calienta las tortillas y carboniza los pulmones, de ella y de los pequeños a su lado. Claudia tiene la mente científica que le permite entender los impactos de la pobreza energética sobre las mujeres. Ha leído y puede citar artículos de publicaciones especializadas, de la ONU, o de otros organismos internacionales que han puesto el acento sobre cómo los malos energéticos discriminan a las mujeres y a los niños.

Lo que Salamanca no ha dado, la naturaleza sí presta. La historia de Xóchitl sustituye cualquier carencia libresca. En Tetapec, Hidalgo, fue una niña otomí que acarreaba leña, seguramente para calentar su hogar, sus alimentos. A Xóchitl no le cuentan lo que es aspirar del metate, lo bueno y lo malo. Bien dicen que no hay mejores frijolitos que los que se cocinan con leña, siempre y cuando haya ventilación en la cocina —si es que la hay—. De no ser así,  el humo de los frijoles, las tortillas, del hogar ocluye los pulmones y esa niña —lejos de la mujer que hoy aspira a la presidencia—no hubiera podido arrancar hacia la movilidad social y convertirse tal vez en la única competidora de Claudia cuyos abuelos, como los míos, no descendieron de los otomís sino de los barcos.

Ambas tendrán sus méritos y sus carencias como candidatas a la presidencia. Sin embargo, la prueba del fuego será si convierten sus saberes y experiencias en políticas públicas para que las mujeres y los niños (niñas incluidas) carguen cada vez menos leña y tengan acceso a energéticos, limpios y modernos que les permitan salir de casa para educarse, emprender, independizarse, optar por tener familia —o no—.

Ignoro si ellas están conscientes del peso que tuvo la energía, no sólo en darles abrigo y comida, sino para poner en marcha sus aspiraciones y elevarlas a dónde están hoy. Sólo por eso, el compromiso que estas mujeres deben tener con mejorar las condiciones de las consumidoras de energía debe ser plena, auténtica y eficaz.  Ya sea porque una pudo leer a todas horas, y ahora brilla bajos los reflectores; y otra pasó de cargar leña a ocupar altos cargos públicos, ambas se lo deben, en gran medida, a que gozaron y gozan de energía.

Que no se olviden de las mujeres y niños que aún viven a oscuras.

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Energías Limpias Renovables, factor decisivo para la competitividad de las exportaciones mexicanas

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Por Juan Carlos Vitela Melgar, Académico de Negocios Internacionales de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México, y Consultor Asociado del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac IDEA

El incremento de la temperatura que el planeta experimenta en las últimas décadas, es producto de un cambio climático que tiene un origen multifactorial, entre el que destaca la emisión y concentración atmosférica de gases de efecto invernadero (GEI) que impiden el retorno del calor recibido por la tierra mediante los rayos solares, al quedar atrapados en un techo invisible, en la atmósfera terrestre.

Si bien, las actividades humanas no son la única fuente de GEI, es un factor contribuyente contra el cual las economías, particularmente de los sistemas democráticos, han emprendido esfuerzos regulatorios, tecnológicos, financieros, operativos y de mercado para reducir sus inventarios de gases contaminantes, con el objetivo de minimizar el impacto que estos tienen, no solo para sus poblaciones, sino para todo el mundo.

Entre los esfuerzos regulatorios más sobresalientes destacan: la promulgación del Protocolo de Kioto en 1997, con entrada en vigor hasta el 2005;  la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Nueva York de 2015, en la que se aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y que uno de los objetivos en la materia (ODS), el siete, trata sobre Energía Asequible y No Contaminante para garantizar el acceso a una energía segura, sostenible y moderna para todos; así como el Acuerdo de Paris en 2016, el cual México firmó y ratificó.

En materia de mercado, la gestión del quehacer humano se ha hecho cada vez más responsable de los impactos que se generan, como consecuencia de la creciente demanda de rendición de cuentas por parte de los consumidores y habitantes, quienes exigen a las empresas y a sus gobiernos, con mayor vigor, bienes y servicios que protejan los derechos humanos; entre ellos, el del acceso a un medio ambiente sano y limpio.

Aunado a ello, en el ámbito financiero, los inversionistas suelen concientizarse cada vez más de la necesidad de buscar una rentabilidad sostenible y ética de sus activos, gracias a lo cual se han creado nuevos mercados como el de emisiones, certificados de energía limpia, créditos de carbono, entre otros, que ofrecen instrumentos tendientes a la compensación de contaminantes por parte de los distintos agentes de una economía.

En cuanto a operación y tecnología se refiere, los actores económicos buscan una manufactura cada vez más responsable con el medio ambiente y las comunidades, lo que se ha traducido en la búsqueda de una sustitución de materiales en las cadenas productivas, en donde la energía y la electricidad no son una excepción, al grado de que los sectores público, privado y civil han hecho posible la instalación de centrales solares fotovoltaicas, eólicas, de biogás y, últimamente de forma incipiente, las de generación de hidrógeno verde.

Estas últimas tienen su fuente primaria en dichas centrales para el procesamiento químico del agua que descomponga las moléculas de hidrogeno y oxígeno, para proveer de electricidad a la actividad humana, con un impacto ambiental por mucho inferior al que tienen las fuentes ricas en carbono (como el petróleo y sus derivados, gas, diésel, coque, etc.).

Todo lo anterior, ha ocasionado un proceso de descarbonización cada vez más intensivo que va materializando los ideales del Acuerdo de Paris, de una forma cada vez más exigible para nuestra vida cotidiana. Un ejemplo de ello, es la reciente promulgación del Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono o CBAM, por sus siglas en inglés, Carbon Border Adjustment Mechanism, por parte del Parlamento de la Unión Europea.

Dicha herramienta política y regulatoria, garantiza el trato justo a las mercancías que se producen y comercializan en los países miembros, derivado de las exigencias de reducción de carbono, como esfuerzo que coadyuve al logro de las metas de combate contra el cambio climático, con el cual se espera reducir el 55% del inventario de las emisiones en ese bloque geoeconómico.

El mecanismo tiene como rasgo principal la tasación arancelaria de las importaciones que ingresen a la Unión Europea que no cumplan con una huella ecológica de carbono, y cuya aplicación podría traducirse, según algunas fuentes, en la imposición de tasaciones arancelarias de hasta 35%. Esto, con el fin de evitar que ingresen bienes y servicios más económicos, pero más contaminantes, o que la producción nacional se traslade a países con regulaciones más laxas en materia de carbono.

La fase 1 se aplicará inicialmente a las importaciones de determinadas mercancías de las industrias del cemento, hierro y acero, aluminio, fertilizantes, electricidad e hidrógeno; para concretar su aplicación total al 100% de mercancías hacia el 2026. Si consideramos que México, conforme datos publicados por la Secretaría de Economía, exporta en promedio más de 20 mil millones de dólares anuales a la Unión Europea, representando tan solo el 4.33% de nuestro comercio al exterior, la imposición de impuestos al carbono por ese bloque comercial, erosionará las ventajas que ofrece el Tratado de Libre Comercio Unión Europea – México.

Y es que, aunque para algunos incautos el redireccionamiento de esas exportaciones al mercado tradicional norteamericano lo vean como una opción, no es sostenible en el futuro, cuando Canadá y Estados Unidos tomen medidas similares al CBAM, sin olvidarse que ya hay esfuerzos iniciales con un alto grado de madurez en esos mercados, tales como: el Cap-and-Trade Program de California, la Western Climate Initiative (WCI, Inc.), y la Regional Greenhouse Gas Initiative, donde participan estados o provincias como: California, Connecticut, Massachusetts, New York, Quebec, por mencionar algunas, que bien sentarán las bases para un Mecanismo con un alcance regional transfronterizo.

De tal forma, si se considera que el monto de negocios con el bloque del TMEC asciende a más de 400 mil millones de dólares en exportaciones al año, es hora de ocuparse con urgencia para responder a las futuras regulaciones descarbonizadoras del comercio internacional que puedan implementar los principales socios comerciales del país.  

Si bien en México algunos estados como Guanajuato, Tamaulipas, Yucatán, y Zacatecas han emprendido un primer esfuerzo para tasar impuestos a las emisiones, lo cierto es que éstos aún son incipientes y navegan a contracorriente por una política energética regresiva, resultando insuficientes para encarrilar los esfuerzos de los agentes productivos y gubernamentales hacia una auténtica descarbonización, al ritmo que están teniendo otras economías con las que competimos para atraer la inversión extranjera directa.

Con base en el Ranking de Transición Energética publicado por el Foro Económico Mundial (WEF), 2023, México pasó del lugar 46 en 2021 al 68, muy por debajo de países como Brasil, Uruguay, Costa Rica y Chile, que se perfilan como mercados más atractivos por los esfuerzos emprendidos en el sector energético, afines a la reducción de la huella de carbono de sus economías.

En 2023 ya tenemos un panorama de regulación al carbono transfronterizo más agresivo que determinará el futuro a partir del 2026 en la arena europea, y la pregunta es: ¿Por qué la política energética actual centra sus esfuerzos en un fortalecimiento de los hidrocarburos, cuando el mundo trabaja en una agenda descarbonizadora en las cadenas productivas?

Si bien la existencia de hidrocarburos es un elemento de competitividad en un país como el nuestro, la innovación y los avances tecnológicos que ofrecen las energías limpias renovables plantean un esquema complementario para una descarbonización efectiva de las cadenas de producción, mediante la dotación energética y eléctrica a los sectores productivos con un enfoque de bajo carbono, el cual pueda dotar a México de una competitividad atractiva para la captación de inversión extranjera directa y fortalecimiento de la producción nacional vigente.