La Norma Oficial Mexicana NOM-163-SEMARNAT-SCFI-2023, conocida como la NOM 163 Fase 2, busca regular la eficiencia energética de vehículos ligeros nuevos (modelos 2025-2027) para promover la reducción de emisiones y el impulso de tecnologías limpias. Esta iniciativa tiene el potencial de ser clave para alcanzar las metas climáticas de México, como la reducción del 35% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030.
Desde su implementación en 2013, la NOM 163 ha establecido límites de consumo de combustible, pero la fase 2 introduce ajustes y mecanismos como créditos para vehículos eléctricos e incentivos a tecnologías avanzadas. A pesar de estos avances, un reporte del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) señala que la efectividad de la norma se ve limitada por el uso excesivo de flexibilidades, lo que diluye los avances tangibles en la eficiencia energética.
Limitaciones estructurales
La fase 2 solo abarca los modelos de vehículos 2025-2027, generando incertidumbre para el sector y limitando inversiones en tecnologías de bajas emisiones. Los créditos para vehículos eléctricos, por ejemplo, pueden contabilizarse hasta 13.5 veces, lo que reduce la presión para mejorar los vehículos de combustión interna. Según Leticia Pineda, Líder Regional para México y Canadá del ICCT, esto refleja la necesidad de establecer reglas más estrictas que generen mejoras reales.
Impacto en el mercado interno
A pesar de ser una potencia automotriz global, México no ha logrado que los vehículos disponibles en el mercado interno cumplan con altos estándares de emisiones. En 2024, un bajo porcentaje de ventas nacionales correspondieron a vehículos eléctricos, todos importados. Esta situación resalta la urgencia de políticas más firmes para fortalecer el mercado interno, lo que podría generar ahorros en gasolina, reducción de emisiones y mayor competitividad en el sector.
Recomendaciones para fortalecer la norma
El ICCT propone establecer metas más ambiciosas, extender la eficiencia energética hasta 2035, reducir las flexibilidades y fortalecer el mercado interno, promoviendo la adopción de vehículos eléctricos y el desarrollo de cadenas de suministro locales.
Con estos ajustes, la NOM 163 Fase 2 podría convertirse en un instrumento crucial para alcanzar los objetivos climáticos de México, mejorar la competitividad del sector automotriz y generar beneficios directos para los consumidores y la ciudadanía.