El consumo de electricidad en México podría aumentar un 2.5 % anual hasta 2038, impulsado por la digitalización y el nearshoring, según un informe de Moody’s. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) prevé invertir 23,400 millones de dólares en infraestructura energética, pero la agencia advierte sobre la incertidumbre en la participación del sector privado, lo que podría limitar el desarrollo del mercado eléctrico.
El reporte “Perspectivas 2025: Evaluación de los sectores corporativos en un contexto de incertidumbre” de Moody’s identifica oportunidades en telecomunicaciones, aeropuertos, parques industriales y fibras, beneficiados por la relocalización de cadenas de suministro y el aumento en la demanda de servicios digitales. No obstante, también señala riesgos comerciales y financieros, como la incertidumbre con Estados Unidos y dificultades de financiamiento.
En el sector aeroportuario, Moody’s proyecta una recuperación gradual tras la caída del tráfico de pasajeros en 2024, mientras que el nearshoring impulsa la demanda de parques industriales, reduciendo tasas de desocupación e incrementando precios de renta. Sin embargo, cambios arancelarios y barreras burocráticas podrían afectar su crecimiento.
El informe también destaca desafíos en el sector vivienda, con una caída del 9.9 % anual en la construcción de viviendas desde 2015, y en energía, donde Pemex sigue dependiendo del apoyo gubernamental debido a su elevada deuda.
A pesar de estas tendencias, Moody’s estima que la economía mexicana crecerá entre 1 % y 1.5 % en 2025, con una leve desaceleración en la inflación. No obstante, posibles incrementos en aranceles estadounidenses podrían impactar sectores estratégicos como la industria automotriz y la fabricación de equipos electrónicos.