Por: Indira Bustamante
A lo largo de las últimas décadas, México se ha consolidado como uno de los principales actores en la producción automotriz global, enfrentándose a una encrucijada ante un mundo que busca acelerar la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Ante este panorama, el sector automotriz mexicano se enfrenta a retos significativos que exigen una adaptación estratégica. La creciente presión por reducir las emisiones de gases contaminantes, la integración de energías renovables en los procesos de producción y la electrificación del transporte son temas clave que marcarán el rumbo de la industria.
En este sentido, Ana Arroyo, Gerente Regional de Calidad Ambiental de Ford México, compartió que esta industria se encuentra inmersa en un proceso de transformación, un cambio que no solo responde a la creciente presión de los reguladores y la sociedad, sino también a la necesidad de adoptar nuevas tecnologías y prácticas para reducir las emisiones de carbono.
“La descarbonización de la industria es un desafío complejo. Nuestro país se encuentra en un proceso de adopción temprano de energías renovables y sus regulaciones”, resaltó.
De igual forma, señaló que este cambio se está centrando principalmente en la incorporación de energías renovables y la modernización de los procesos existentes, donde las empresas en la región mexicana están explorando opciones como la generación de energía propia, a partir de fuentes renovables y el consumo de energía proveniente de fuentes libres de carbono. Sin embargo, este proceso no está exento de dificultades, pues uno de los mayores retos radica en el desarrollo de un mercado energético nacional que facilite plenamente dicha transición.
A pesar de estos desafíos, las empresas automotrices mantienen un firme compromiso con la meta de alcanzar la neutralidad de carbono en sus procesos de manufactura.
“El compromiso con la descarbonización no solo responde al creciente interés, sino también a una oportunidad para mejorar la eficiencia y fortalecer la competitividad de la industria automotriz mexicana”, afirmó.
Descarbonización en la industria automotriz
La gerente regional de Calidad Ambiental de la compañía en México señaló que la industria automotriz está atravesando un proceso hacia la descarbonización, el cual implica una transformación de los procesos de manufactura, un objetivo por el que Ford de México ha impulsado la implementación de estrategias sostenibles en sus operaciones.
En su 100 aniversario en el país, la empresa reafirmó su compromiso por la descarbonización y sostenibilidad, estableciendo como meta el uso de energía 100% libre de carbono en todas sus plantas de manufactura para el año 2035, un objetivo global que la compañía espera alcanzar en 12 años. Sin embargo, Ford de México avanzó significativamente en esta transición durante 2023, superando el ritmo establecido a nivel mundial.
“Este hito refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad y la industria, no solo a nivel local, sino también a nivel global. Queremos ser un referente, no solo alcanzando nuestras metas, sino demostrando que la sostenibilidad es un factor clave para el éxito”, compartió.
Además de las acciones dentro de sus propias plantas, Ford colabora estrechamente con sus proveedores para fomentar prácticas sostenibles a lo largo de su cadena de suministro, lo que no solo ayuda a reducir el impacto ambiental de la producción de vehículos, sino que también contribuye al fortalecimiento de la economía local y a la creación de una cadena de valor más eficiente.
Asimismo, destacó que la sostenibilidad no solo es una responsabilidad para la empresa, sino también una oportunidad para construir un futuro mejor para todos, y su éxito se debe al trabajo en equipo y la dedicación de sus colaboradores.
“Estamos constantemente buscando nuevas formas de superar nuestras metas, impulsando la mejora continua en todos los ámbitos de nuestra operación”, indicó la gerente regional.
En este panorama, la experta no descarta que uno de los mayores desafíos para Ford de México en su camino hacia la sostenibilidad está relacionado con la oferta limitada de proveedores de energía renovable.
“La escasez de empresas que puedan suministrar energía limpia a gran escala limita las opciones disponibles para las compañías que buscan abastecer sus operaciones con fuentes renovables”, explicó.
Esto, añadió, es un problema que refleja la realidad para muchas empresas en el territorio nacional, que desean implementar estrategias de descarbonización en sus operaciones y cumplir con sus objetivos de sostenibilidad en un contexto de infraestructura energética aún en desarrollo.
Energías limpias y el futuro de la sostenibilidad
Ford de México ha logrado avances importantes en la adopción de energías limpias, impulsando su uso en todas sus operaciones y plantas de producción. Además, resaltó Ana Arroyo, algunas plantas han instalado celdas solares, una iniciativa que resalta el compromiso de la compañía con la sostenibilidad.
En este sentido, en la actualidad trabajan activamente para extender el uso de energías renovables a su Centro Global de Tecnología y Negocios, donde continúan explorando soluciones para integrar energías renovables en todas las áreas del negocio y operación de Ford.
De igual forma, señaló que la automatización es otro de los pilares fundamentales de las estrategias de sostenibilidad de Ford en México; esto ha permitido a la empresa optimizar el consumo de energía y minimizar su impacto ambiental.
“No solo buscamos adoptar las últimas tecnologías, sino también encontrar soluciones que optimicen el consumo de energía y minimicen el uso de recursos y residuos durante la producción”.
Señaló que este enfoque de automatización inteligente no solo mejora la productividad, sino que también contribuye a crear un entorno de trabajo más seguro, alineado con los valores de sostenibilidad de la compañía.
Finalmente, compartió que el futuro de la sostenibilidad en la industria automotriz es un desafío global. Aunque las preocupaciones varían según la región, el sector está unido en su compromiso de reducir su impacto ambiental, al invertir en la investigación y desarrollo, así como el impulso de la electrificación, la eficiencia energética y la economía circular.
De esta forma, puntualizó, continúan trabajando en sus “Metas Cero” —cero emisiones, cero residuos y cero consumo neto de agua—, la hoja de ruta para lograr esta transformación, demostrando que es posible reducir el impacto ambiental mientras se mejora la eficiencia y la competitividad
“La industria automotriz es consciente de su papel en la construcción de un futuro sostenible; tenemos un compromiso que se traduce en la búsqueda de nuevas tecnologías, materiales y procesos innovadores que reduzcan la huella ambiental de la producción de vehículos”, concluyó.
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