El gobierno de Estados Unidos ha anunciado un incremento de 100,000 barriles diarios en la producción de petróleo en el Golfo de México, gracias a la implementación de nuevas directrices energéticas. Este cambio, promovido por el presidente Donald Trump, forma parte de la orden ejecutiva “Liberar la energía estadounidense”, firmada el día de su toma de posesión, el 20 de enero.
El Departamento de Interior detalló que el aumento será posible gracias a un ajuste en la presión permitida en las extracciones, que pasará de 200 psi a 1,500 psi. Según el secretario de Interior, Doug Burgum, esta medida representa un “hito monumental en la consecución del dominio energético estadounidense”.
Burgum destacó que la política traerá consigo costes más bajos, mayor seguridad energética y la creación de nuevos empleos. “Esto se traduciría en un aumento de la producción de más de 100,000 barriles diarios en los próximos diez años. Es posible que se produzcan aumentos adicionales a medida que los operadores faciliten más datos”, señaló el comunicado oficial.
Además, un estudio de la Universidad de Texas estima que en los próximos 30 años, esta política podría permitir la extracción de un 61% más de petróleo, optimizando el desarrollo de cada yacimiento y reduciendo el desperdicio.
En 2024, Estados Unidos alcanzó una producción de 13.2 millones de barriles diarios, de los cuales 1.8 millones provinieron del Golfo de México Este incremento no solo busca consolidar a Estados Unidos como líder en producción energética, sino también mejorar la conservación de recursos y garantizar un uso más eficiente de los pozos existentes.
El anuncio ha generado expectativas en el sector energético, aunque también plantea interrogantes sobre el impacto ambiental a largo plazo. La administración Trump confía en que esta estrategia fortalecerá la independencia energética del país y su competitividad en el mercado global.