En la víspera de Año Nuevo, RWE anunció que, para dar un paso más en sus rigurosos esfuerzos para implementar la eliminación legal de la energía nuclear y el carbón, sacará de la red un total de 2,200 megavatios (MW) de capacidad de la central eléctrica, para lo cual cerrará cuatro plantas destinadas a generar más de 400 mil millones de kilovatios (KW) hora de electricidad, lo que equivale aproximadamente a las necesidades de electricidad de Berlín, incluidas todas las empresas y hogares residenciales, durante un período de 90 años.
Una de las instalaciones que se cerrará es la Unidad C, un reactor de agua hirviendo que cuenta con unos 1,300 MW. Además, la compañía está apagando sus unidades de 300 MW Neurath B, Niederaussem C und Weisweiler E.
“El hecho de que estas unidades de centrales eléctricas hayan funcionado de manera tan confiable y segura y hayan hecho una contribución importante a la seguridad del suministro se debe a los esfuerzos de nuestros empleados capacitados, experimentados y motivados que han trabajado allí a lo largo de los años”, dice Weigand, elogiando el equipos de centrales eléctricas. Se merecen nuestro respeto y reconocimiento especiales», declaró el Dr. Frank Weigand, director ejecutivo de RWE Power.
La próxima ronda de actividades de desmantelamiento que seguirá en 2022, comenzará el 1 de abril, cuando otra unidad de 300 MW en Neurath se desconecte de la red. A finales de ese año, RWE Power cerrará las dos unidades de 600 MW en la misma ubicación y finalizará la producción de briquetas en su fábrica de Frechen. En total, el próximo año se cerrarán otros 1.620 MW en el área del lignito. La compañía también cerrará su planta de energía nuclear Emsland en Lingen (1,400 MW).
En diciembre de 2020, RWE ya desmanteló la Unidad E en su central eléctrica de Westfalen, que representa 800 megavatios, y la central eléctrica de Ibbenbüren, que también representa 800 MW. Por lo tanto, RWE ya no opera centrales eléctricas de carbón en el Reino Unido y Alemania, mientras que en los Países Bajos, las centrales eléctricas de carbón operadas por RWE se están convirtiendo en biomasa. Como se establece en la Ley de Eliminación del Carbón de Alemania, RWE también cerró la primera de sus unidades en la región minera de lignito renana, con una capacidad de generación de 300 MW, a fines de 2020.
Entre 2020 y 2022, RWE desmantelará centrales eléctricas con una capacidad combinada de más de 7,000 megavatios.
Estos cierres tienen enormes repercusiones para los empleados de RWE: para fines de 2023, RWE Power habrá reducido el número de trabajos en Renania, cubriendo toda la cadena de procesos, desde la minería a cielo abierto hasta el mantenimiento, la administración y la generación de energía, en aproximadamente 3,000. El número de empleados en la central nuclear de Gundremmingen bajará de unos 600 a principios de 2017 a unos 440 a finales de 2022; los empleados restantes continuarán trabajando hasta la década de 2030 en las operaciones posteriores al cierre y el trabajo de deconstrucción en la ubicación. El primer paso será retirar las barras de combustible nuclear del reactor y transferirlas al depósito de retención. Los recortes de empleados se están realizando de acuerdo con los principios de responsabilidad social, incluido el pago de “dietas de adaptación” en el área de lignito. Los cierres de lignito del mañana representan un paso más en la estrategia de reducción de carbono de RWE, que le permitirá ahorrar otros 7 millones de toneladas de CO 2 por año. Al mismo tiempo, RWE avanza rigurosamente con la expansión de las energías renovables. Para 2030, la compañía habrá invertido 50,000 millones de euros brutos en la expansión de energías renovables, baterías, sistemas de almacenamiento, hidrógeno y capacidad de respaldo flexible.
