La industria automotriz ha puesto en relieve un nuevo tema crucial en la agenda política: la generación de energía. En vísperas de las elecciones presidenciales en México, las principales asociaciones gremiales del sector han destacado la importancia de entablar un diálogo con la próxima administración para asegurar un suministro energético adecuado, una cuestión que se vislumbra como un desafío inminente.
Durante la presentación del documento «Diálogos con la Industria Automotriz 2024-2028», elaborado cada seis años por las tres principales asociaciones del sector, el tema energético ocupó un lugar central. Este documento, entregado a los candidatos presidenciales, busca fomentar un diálogo constructivo sobre las necesidades y retos que enfrenta la industria, la cual representa un porcentaje significativo del PIB nacional y manufacturero.
Odracir Barquera, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), resaltó la necesidad de simplificar los procesos burocráticos que obstaculizan la implementación de nuevos proyectos energéticos, especialmente aquellos vinculados a la energía solar. En México operan varias plantas de vehículos de fabricantes internacionales, y el sector recibió una importante Inversión Extranjera Directa el año pasado.
Sin embargo, el abastecimiento de energía se posiciona como una preocupación clave para el próximo sexenio, lo cual será determinante para la competitividad del sector, especialmente en el contexto de la relocalización de inversiones. Barquera enfatizó la importancia de contar con energía suficiente y accesible, proveniente en su mayoría de fuentes renovables, para competir efectivamente a nivel global.
La Industria Nacional de Autopartes también coincide en la necesidad de una política orientada a incrementar las fuentes de energía limpia, especialmente en un momento en que la producción de componentes automotrices está en alza. La generación de energía a partir de fuentes renovables está experimentando un retroceso, lo que subraya la urgencia de medidas proactivas.
Por otro lado, con la transición hacia la electromovilidad, es esencial contar con un sistema de energía capaz de satisfacer la demanda que conlleva la creación de infraestructura para los vehículos eléctricos. A pesar del crecimiento significativo en las ventas de vehículos eléctricos, la falta de infraestructura sigue siendo un obstáculo importante para su comercialización.
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