En medio de la escalada del conflicto entre Estados Unidos e Irán, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que México cuenta con reservas suficientes y capacidad operativa para enfrentar posibles impactos en el mercado petrolero. Aunque reconoció que el estrecho de Ormuz —por donde transita una quinta parte del crudo mundial— representa un riesgo geopolítico, subrayó que no se ha registrado un incremento sustantivo en los precios internacionales del petróleo.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que la operación de las ocho refinerías nacionales, incluidas Dos Bocas y Deer Park, permite al país producir prácticamente todo lo necesario para la elaboración de gasolinas y diésel. “La producción actual de Pemex es de 1.6 millones de barriles diarios, pero si se suma la producción de la iniciativa privada se alcanzan 1.8 millones”, puntualizó.
No obstante, la mandataria admitió que aún existen desafíos en la producción de turbosina y en la dependencia del gas natural importado, un rubro que calificó como prioritario para fortalecer la soberanía energética. “Particularmente se requiere trabajar a fondo en el gas natural porque en este rubro sí se importa mucho”, señaló.
Sheinbaum también defendió las reformas estructurales implementadas en el sector energético, al afirmar que Pemex opera ahora bajo un solo consejo de administración, lo que ha permitido mayor eficiencia y control. Además, indicó que se está diseñando un nuevo esquema financiero para fortalecer la empresa estatal frente a escenarios internacionales adversos.
En cuanto a la postura diplomática, reiteró que la política exterior mexicana se rige por los principios de soberanía y autodeterminación de los pueblos, y evitó pronunciarse sobre las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, respecto a un posible cambio de régimen en Irán.