La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, rechazó que en la zona de Coatzacoalcos operara una refinería clandestina, como lo informó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), y aseguró que se trataba de una mezcladora de aceites, sin los procesos técnicos ni la estructura de una planta de refinación.
El pasado 18 de junio, el titular de la SSPC, Omar García Harfuch, reportó el aseguramiento de un complejo industrial donde se localizaron 500 mil litros de crudo, cerca de la autopista con dirección a Villahermosa, Tabasco. La dependencia federal describió el sitio como una “refinería a pequeña escala” que representaba un riesgo para la población.
En conferencia de prensa, Nahle afirmó que “ni siquiera sabía” de la existencia de dicha instalación y sostuvo que “quienes sabemos de esto, sabemos que no es una refinería, es una mezcladora”. Añadió que el sitio no contaba con los procesos técnicos necesarios para ser considerado una planta de refinación.
La mandataria explicó que la investigación está a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR), y que será esta instancia la que determine si hubo irregularidades. Evitó precisar si la instalación operaba con permisos municipales otorgados por el ayuntamiento de Coatzacoalcos, encabezado por el morenista Amado Cruz Malpica, y señaló que la regulación de este tipo de actividades corresponde a la Secretaría de Energía o a la propia FGR.
Aunque la planta operaba bajo una fachada de mezclado de aceites, su funcionamiento se dio en total impunidad, lo que ha generado cuestionamientos sobre la supervisión local y federal en una región con alta concentración de infraestructura energética.