Una empresa conjunta entre Marruecos y China inauguró esta semana una planta de producción de componentes para baterías de ion de litio en la región occidental del país, en lo que representa el primer proyecto de este tipo en territorio marroquí. La instalación, operada por COBCO —alianza entre el holding marroquí Al Mada y la firma china CNGR Advanced Materials—, contempla una inversión total cercana a 2,200 millones de dólares.
Según el comunicado oficial, el complejo tendrá una capacidad de producción de 70 GWh anuales, suficiente para equipar hasta un millón de vehículos eléctricos por año. En su fase inicial, se enfocará en la fabricación de 120,000 toneladas de precursores NMC (níquel, manganeso y cobalto) y 60,000 toneladas de cátodos LFP (litio, hierro y fosfato), materiales clave en la industria de almacenamiento de energía.
El proyecto generará 1,800 empleos directos y una cifra similar de empleos indirectos, lo que refuerza su impacto en el desarrollo industrial y tecnológico de Marruecos. “Este proyecto es inédito en el país y representa un paso estratégico hacia la consolidación de una cadena de valor local en movilidad eléctrica”, indicó COBCO en su comunicado.
Marruecos, que posee el 31% del mercado mundial de fosfatos, ha intensificado su apuesta por las energías renovables, que actualmente representan el 38% de su matriz eléctrica, con una meta de alcanzar el 52% para 2030. La ubicación estratégica del país, su cercanía con Europa y su base automotriz consolidada —con plantas de ensamblaje de Renault y Stellantis— refuerzan su posicionamiento como plataforma emergente para la producción de baterías y componentes clave para la transición energética.