El gasoducto submarino Puerta al Sureste, una obra clave para el desarrollo energético en México, aún requiere la aprobación de la recién creada Comisión Nacional de Energía (CNE) para iniciar operaciones. La empresa canadiense TC Energy, encargada del proyecto, espera que la autorización se otorgue a finales de este mes.
El CEO de TC Energy, François Poirier, destacó que el trámite pendiente corresponde a la regulación de tarifas de transporte de gas para el servicio interrumpible, aunque la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya tiene contratada el 100% de la capacidad del ducto. “Nuestra expectativa es recibir la aprobación de la CNE para finales de mayo”, señaló Poirier.
Con una inversión de 4,500 millones de dólares, Puerta al Sureste se extiende 715 kilómetros entre Veracruz y Tabasco, permitiendo el transporte de 1,300 millones de pies cúbicos diarios de gas. El combustible será utilizado principalmente en plantas eléctricas de ciclo combinado en la Península de Yucatán, además de abastecer parques industriales en el corredor interoceánico.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha identificado este gasoducto como un componente esencial del Plan México, diseñado para atraer inversiones por más de 270,000 millones de dólares. Sin embargo, el retraso en aprobaciones podría afectar su implementación, dado que la CNE heredó centenas de trámites pendientes de su predecesora, la extinta Comisión Reguladora de Energía (CRE).
La falta de suministro adecuado de gas ha llevado a la quema de combustibles más costosos y contaminantes, como diésel y combustóleo, en las centrales eléctricas del sureste. Mientras tanto, el sector energético espera que la nueva CNE, dirigida por Juan Carlos Solís Ávila, acelere el desahogo de permisos clave para destrabar inversiones y garantizar estabilidad en el suministro.