Por: Marco Cosío , VP de Smart Infrastructure de Siemens México, Centroamérica y el Caribe
El primero es la falta de preparación para la actualización – los centros de datos necesitan descentralizarse, trasladando información y procesamiento al borde, es decir, a los dispositivos de usuario, para aprovechar nuevas oportunidades de reducción de costos y mejorar la eficiencia operativa – la cual limita su capacidad de adaptación a los nuevos requerimientos del mercado.
Un segundo reto es la hiperconectividad habilitada por el 5G, la cual ha aumentado significativamente el tráfico y el uso del ancho de banda. Se espera que el tráfico de datos móviles crezca a una tasa anual del 46% hasta 20251. Manejar este incremento, requiere de la incorporación de infraestructura inteligente con sistemas automatizados y capacidades de inteligencia artificial (IA), permitiendo así, gestionar de manera eficiente el tráfico, mientras se garantiza un rendimiento óptimo. La jubilación de un tercio de la fuerza laboral que opera la infraestructura de TI en la próxima década, supone otro reto más. Más de la mitad de los ejecutivos esperan que las actividades de TI sean asumidas por proveedores externos de servicios en la nube, subrayando la necesidad de implementar soluciones automatizadas.
Sin embargo, el desafío más inmediato por resolver es el crecimiento exponencial en la demanda de datos- impulsado por actividades como el trabajo remoto y el comercio electrónico. Tan solo en los primeros 3 meses del 2020, el comercio electrónico experimentó un crecimiento equivalente a 10 años en tan solo 90 días, pasando del 16% al 35% de penetración en los EE. UU. Como respuesta ante este gran reto, las empresas han adoptado tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) con la finalidad de impulsar la modernización de los centros de datos.
Las operaciones totalmente automatizadas «sin luces», donde los centros de datos se gestionan de forma remota utilizando software especializado, se traduce en estrategias energéticamente eficientes, como la reducción de los niveles de oxígeno para disminuir el riesgo de incendio, eliminar la necesidad de iluminación, crear diseños de enfriamiento más eficientes y aumentar la altura de los racks. A pesar estas bondades generadas por la IA, muchas organizaciones enfrentan dificultades relacionadas con la transparencia e interpretabilidad de las decisiones de estas tecnologías, así como la calidad y sesgo de los datos, la seguridad y protección, la responsabilidad, los impactos sociales y económicos, y la gobernanza. Es por esto por lo que, impulsar la adopción de la IA será crucial para hacer que los centros de datos continúen con pasos firmes, hacia la eficiencia energética y operativa.
Optimización térmica: el primer paso hacia los centros de datos energéticamente eficientes
La optimización térmica es esencial para mejorar la eficiencia energética y operativa de los centros de datos. Esta se logra mediante la combinación de tecnologías y soluciones enfocadas en la refrigeración.
En la actualidad, ya contamos con innovaciones que han adoptado un enfoque holístico, empleando principios termodinámicos para optimizar cada subsistema de la planta de enfriamiento. Esto incluye enfriadores, bombas de agua fría, bombas de agua de condensador y torres de enfriamiento. Soluciones de este tipo proporcionan resultados inmediatos al recopilar y analizar datos para entregar la cantidad adecuada de agua fría que satisfaga la carga de enfriamiento actual. A su vez, mediante el uso de una red de sensores, podemos recopilar datos de temperatura y suministro de aire.
A través de motores impulsados por la IA, también se pueden aplicar estos datos a algoritmos que calculan los ajustes necesarios en el flujo de aire para mantener la temperatura correcta en cada pasillo de racks. Al automatizar el control de los ventiladores de enfriamiento, se reduce el riesgo de interrupciones térmicas y se mantienen temperaturas consistentes, eliminando el sobre enfriamiento y reduciendo el desperdicio de energía.
La combinación de este tipo de soluciones ofrece numerosos beneficios, incluyendo la recopilación de datos ambientales en tiempo real para decisiones operativas, la liberación de capacidad y mejor posicionamiento de las cargas de trabajo, así como ahorros de energía de hasta un 50%.
La transformación de los centros de datos mediante la descentralización, la incorporación de infraestructura inteligente y la implementación de la IA es esencial para enfrentar los desafíos actuales y futuros. La optimización térmica, a través de soluciones tecnológicas, no solo mejora la eficiencia energética, sino que también asegura un rendimiento óptimo y una gestión eficaz de los recursos. En un entorno de demanda de datos en constante crecimiento, estas innovaciones son cruciales para el éxito y la sostenibilidad de los centros de datos.
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