Para que la transición energética sea exitosa en América Latina, es fundamental lograr la aceptación social. Las poblaciones y la demanda de electricidad están aumentando. La accesibilidad financiera y la factibilidad a largo plazo son las principales preocupaciones cuando se trata de escalar la descarbonización en todos los sectores.
¿Pueden los países de la región realmente mantener un nivel sostenible de inversión para finalmente alcanzar sus metas climáticas y de prosperidad social? ¿Cómo podemos desarrollar modelos de financiación innovadores para superar los desafíos y al mismo tiempo garantizar una financiación sostenible que impulse la recuperación?
Moderado por la Dra. Isabel Studer, Directora de la Alianza UCMX de la Universidad de California, el panel número 5 de la Energy Week LATAM, organizado por Siemens Energy, trató sobre las claves para lograr de manera exitosa el financiamiento de la energía del futuro en América Latina.
La Dra. Studer planteó que los riesgos del cambio climático tendrán impacto en los negocios, esto no es una posibilidad remota, de hecho ya está afectando a las empresas. Así para la economía global el impacto es una advertencia importante para tomar en cuenta, el covid ya nos dio una lección importante. “También tenemos el ejemplo reciente del conflicto Rusia-Ucrania, que juega un papel importante para la transición energética, al ser un centro grande de recursos energéticos”, comentó la especialista.
En su intervención el Mtro. Alfredo González Reyes, Responsable de la Agenda 2030 de la Secretaría de Economía de México, mencionó que el país tiene desafíos importantes en los que se necesita un equilibrio. “Dado que la preocupación viene por las décadas en las que millones de personas fueron ignoradas por el estado, y esto implica considerar qué es lo que se va a hacer y cómo se va a responder en el momento de crisis, en la estrategia actual sabemos que debemos trabajar con el sector privado, no podemos existir uno sin el otro”. “Gobierno e iniciativa privada estamos trabajando muy de cerca al tratar de resolver las necesidades actuales, por ejemplo el caso del gas natural licuado, con las plantas y cubrir con el almacenamiento. Y al mismo tiempo estamos tratando de equilibrar la relación entre el estado y el sector privado, particularmente de la electricidad. Necesitamos pensar en la seguridad energética con un papel muy importante del estado pero también generando relaciones con el sector privado”
Por último el González Reyes, hizo hincapié sobre la justicia climática a nivel global, recordando que no sólo es necesaria la colaboración entre gobiernos y empresas, también se requiere que países de diferentes niveles y con una responsabilidad histórica en materia de emisiones acumuladas trabajen juntos, en temas de inversión y de tecnología, con la finalidad de moverse más rápido. “Basta un ejemplo, México tiene la posición número 16 respecto a la emisión de CO2 a nivel mundial, esto suena mal, pero si vemos la contribución del país, el año pasado sólo contribuimos con el 1.02% del total de emisiones globales, por supuesto que nosotros sabemos que debemos hacer nuestra parte, pero debemos movernos juntos, con todos los demás”, declaró el funcionario mexicano.
Edmond Grieger, Socio, de Wobeser México destacó la importancia de la sostenibilidad en la sociedad y en las empresas. Asegura que un financiamiento exitoso debe tener una perspectiva ecológica. “La sustentabilidad es parte importante para medir ejecutar y comunicar estrategias en proyectos. Con la ley de oferta y demanda, van bajo el camino de la demanda, en vez de preguntarse el ¿cómo? se hará la pregunta “¿por qué?”
De acuerdo al Foro Económico Mundial, se necesitan entre 6 y 10 trillones de dólares en inversiones globales, tanto del sector público como privado, para mitigar el cambio climático en los próximos 10 años.
Por su parte, Igor Cadete Fonseca, Jefe de Financiación de Proyectos, del banco Santander Brasil, apunta que los marcos regulatorios, la estabilidad política y la moneda son aspectos que pueden crear un ambiente en donde los riesgos se pueden manejar, se pueden calcular y se pueden distribuir entre los patrocinadores del proyecto, el propio banco, la institución financiera o el organismo que lo toma.
“Por otro lado, necesitamos ayudar a la comunidad en el diseño de esa distribución de riesgos de la manera más apropiada. Porque finalmente, por este tipo de proyectos renovables, generalmente el 70% o tal vez el 80% de los fondos vienen del banco. Y si queremos tener una meta tan ambiciosa de transición energética, debemos tener proyectos manejables”.
Para cerrar el panel, Maria Ferraro, CFO & CDO, Siemens Energy, habló sobre cómo la empresa está trabajando en el espacio energético, un papel donde hay demasiados desafíos pero se mantiene la calma para la descarbonización y luchar contra el cambio climático.
Siemens Energy es un jugador global comprometido en manera energética con 3 perspectivas: generación de tecnología, almacenamiento y eficiencia energética. La realidad es como un triángulo en el que entre sus ángulos se encuentran la asequibilidad, confiabilidad, sustentabilidad y seguridad del suministro energético.
Por lo que “los sectores privado y gubernamental deben de trabajar en conjunto, ya que, juegan papeles importantes, además de crear reglas amigables con el usuario que facilite la meta en común para avanzar de manera conjunta”, finalizó Ferraro.