Darren Woods, presidente y CEO de ExxonMobil, realizó el pasado octubre un foro junto a sus empleados en donde discutió el estado actual de la industria del petróleo y el gas, e informó cómo maneja la empresa durante este período sin precedentes. En el evento, que se realizó en las oficinas de ExxonMobil en Houston, Woods dio a conocer que se iniciaron una serie de estrategias encaminadas a mejorar la competitividad y aumentar la rentabilidad total para los accionistas; sin embargo, los planes de la compañía se vieron afectados por la pandemia mundial.
“Reorganizamos el Downstream y Upstream a lo largo de las cadenas de valor, creamos la organización de Proyectos Globales, actualizamos el marco de liderazgo, revitalizamos nuestro proceso de evaluación del desempeño y desarrollamos una cartera de inversiones líder en la industria. Estábamos haciendo un buen progreso en la ejecución de nuestra estrategia cuando se produjo la pandemia”, informó el empresario estadounidense, nacido en Kansas y quien tomó el mando de la empresa en enero de 2017.
La pandemia que casi destruye todo
El impacto de la crisis sanitaria ha sido especialmente severo en la industria energética, ya que el consumo de energía se contrajo cuando las economías cerraron como medida para enfrentar al COVID-19, aseguró el directivo, quien además dijo que la demanda de petróleo cayó alrededor de 20 por ciento; es decir, a 78 millones de barriles por día en abril frente a 101 millones de barriles por día en diciembre.
“La producción mundial de automóviles cayó 60 por ciento en abril con respecto al año anterior, lo que afecta las ventas de productos químicos y lubricantes. Los vuelos de aviones comerciales bajaron 70 por ciento durante el mismo período, lo que redujo drásticamente las ventas de combustible de aviación”, reveló Darren Woods.
Sin embargo, el CEO de ExxonMobil celebró la resiliencia de los trabajadores de la compañía, quienes hicieron frente a los desafíos de la pandemia cuidando de sí mismos y de sus familias, ayudando a sus comunidades y cumpliendo los objetivos comerciales. La compañía mantuvo sus operaciones en todo el mundo, lo que requirió trabajar en refinerías, plantas químicas, plataformas marinas y fábricas con medidas que salvaguardaran a los empleados.