La Sociedad Mexicana del Hidrógeno (SMH) trabaja desde hace varios años en el Programa Nacional del Hidrógeno (PNH), el cual plantea que el elemento más abundante del universo sea producido, utilizado y almacenado en el país de manera exitosa. De acuerdo con su presidenta, Beatriz Ruiz Camacho, se trata de desarrollar una herramienta en la cual se establezcan las necesidades para su uso, al tiempo que se verifique la infraestructura, tecnología, producto y mercados clave, así como los requerimientos necesarios para el desarrollo de hidrógeno como combustible y fuente de energía sustentable.
“Este programa tiene el objetivo de crear un laboratorio nacional de desarrollo de tecnologías del hidrógeno para potenciar su aplicación en México. Hemos trabajado en gestionar la parte de regulación de normas con la Secretaría de Energía y con la Cámara de Diputados, pero esto tiene que estar sustentado tomando experiencias del extranjero, así como los avances en el desarrollo de tecnologías del hidrógeno que tenemos en el país por diversas instituciones educativas y de investigación”, detalló en entrevista para Energía MX.
Tales esfuerzos tienen que ver con las ventajas del hidrógeno verde: una de ellas es que para su producción no se emite CO2; en cambio, puede generarse a través de fuentes renovables, ya sea la energía del sol, del viento, o a través de la electrólisis del agua.
“No es contaminante. El hidrógeno verde entra dentro del concepto de Power to Gas, esto quiere decir que es una forma segura y rentable de almacenar el hidrógeno. Además, la energía eléctrica que se produzca en exceso en sistemas de energías alternas, por ejemplo, la solar o eólica, se puede aprovechar para producir hidrógeno; posteriormente, este hidrógeno lo podríamos utilizar para generar corriente eléctrica vía celdas de combustible o para producir otros gases limpios”, explicó.
Otra aplicación a destacar es su posible inyección en ductos para procesos dentro de la industria, como la producción de gas natural, el tratamiento de combustóleo, de aceros y de fertilizantes.
Beatriz Ruiz Camacho es Ingeniera Química y Maestra en Ciencias en Ingeniería de Materiales por la Universidad Autónoma Metropolitana; además, es doctora en Ciencias en Ingeniería Química por el Instituto Politécnico Nacional, en colaboración con la Universidad de Poitiers, en Francia. También realiza estudios para desarrollar nuevos electrodos que funcionen en celdas de combustible.
La experta destacó que el hidrógeno verde no es competencia, sino complemento para las baterías como sistemas de almacenamiento de energía. “Las aplicaciones o requerimientos son diferentes. Las baterías, por ejemplo, son para altos consumos y grandes demandas de energía en tiempos muy cortos, mientras que el hidrógeno verde se puede aprovechar para consumos más regulados y aplicarse para largos plazos”.
Beatriz Ruiz prevé que en los próximos años la producción de hidrógeno verde reduzca significativamente su costo. Sin embargo, esto dependerá de la demanda y del establecimiento de normas que regulen el uso de este elemento. “Si trabajamos en conjunto para economizar los costos, seguramente se alcanzará un precio accesible similar a otros procesos de generación de energía”.
En línea con eso, reveló que diferentes instituciones ya cuentan con prototipos demostrativos que trabajan con el hidrógeno y que funcionan eficientemente. Sin embargo, comentó que es necesaria una política pública con mayor alcance para que se implemente esta tecnología. Asimismo, dijo que México está trabajando en el desarrollo de parques renovables que funcione con tecnología de hidrógeno; a pesar de ello, llamó a la implementación de normas o de regulaciones para que la industria del país empiece a utilizarlo.
Del 23 al 25 de septiembre se realizará, de manera virtual, el Vigésimo Congreso Internacional de la Sociedad Mexicana del Hidrógeno, el cual se difunde a través de los siguientes links:
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