La empresa danesa Vestas, dedicada a las soluciones de energía eólica, ha firmado un acuerdo con Global Power Generation (GPG), filial de generación renovable del grupo Naturgy, para encargarse del mantenimiento y operación del parque eólico Bií Hioxo, ubicado en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, durante los próximos cinco años.
Este complejo cuenta con 117 turbinas Gamesa G80 de 2 MW cada una, con una capacidad instalada total de 234 MW. El acuerdo representa un paso importante para el sector energético en México, ya que el parque Bií Hioxo es uno de los más grandes del país.
Según Guillermo Manzo Pérez, Service Commercial Senior Director de Vestas para América Latina, “La capacidad de Vestas de trabajar con diversas plataformas tecnológicas asegura a nuestros clientes una operación eficiente y confiable de sus proyectos eólicos. Nuestra experiencia nos permite optimizar el rendimiento y la vida útil de los aerogeneradores, incluso si son de otras marcas”.
Entre los desafíos de este proyecto, conocido como Multibrand, se encuentran la integración de diferentes tecnologías, la adaptación a protocolos de mantenimiento específicos y la disponibilidad de piezas y repuestos. Sin embargo, esta colaboración también abre la puerta a optimizar la inversión realizada y garantizar la continuidad en la generación de energía sin comprometer el rendimiento del parque.
A nivel global, Vestas da servicio a más de 8.5 GW de turbinas fabricadas por otros OEMs (Original Equipment Manufacturers), lo que refuerza su experiencia en proyectos de este tipo. Con este nuevo acuerdo, la compañía alcanzará más de 1.8 GW de operación y mantenimiento de la plataforma G80-2.0 MW a nivel mundial.
El parque eólico Bií Hioxo forma parte de los 74 parques eólicos distribuidos en 15 estados de México, que en conjunto generan 7,782 MW de electricidad. Esto representa el 8.7% de la generación nacional, según datos de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE). La energía producida por estos parques equivale a 20 millones 319,765 megawatts hora anuales, consolidando a México como un actor clave en la transición hacia energías renovables.