La crisis hídrica en México continúa agravándose. A inicios de 2024, más del 60% de la población y el 76% del territorio nacional presentaban algún grado de sequía, según datos de la Comisión Nacional del Agua y el Monitor de Sequía de América del Norte. Este contexto fue el punto de partida para la intervención de Paulina Chávez Porras, subdirectora de Sostenibilidad de Valia Energía, durante su participación en el Women’s Energy and Sustainability Summit (WESS) 2025.
En la conferencia titulada “Resiliencia Hídrica Comunitaria: Iniciativas Integradas Desde el Territorio”, Chávez planteó una premisa clave: “el territorio es una construcción social, cultural y política”, por lo que las soluciones técnicas deben surgir del conocimiento local y no operar al margen de las comunidades.
Desde esa lógica, Valia Energía ha puesto en marcha proyectos con enfoque territorial. Uno de ellos es Tláloc y Cosecha de Lluvia, un sistema de captación pluvial implementado en espacios escolares y comunitarios del municipio de Axapusco, Estado de México —donde se ubican dos de sus centrales eléctricas, que abastecen más del 10% de la demanda energética de la región centro del país—.
El sistema permite recolectar, almacenar y potabilizar agua de lluvia, con capacidad para 145,000 litros y un rendimiento anual superior a 657,000 litros, lo que representa una reducción tangible en el gasto familiar por agua embotellada. Además de los beneficios ambientales (como la eliminación de unas 180,000 botellas plásticas al año), la iniciativa beneficia directamente a más de 1,200 personas entre estudiantes, docentes y familias.
Valia también presentó en WESS su programa Guerreros Forestales, reconocido por su impacto comunitario dentro de una red más amplia de acciones colaborativas. En palabras de Chávez, “la infraestructura por sí sola no transforma realidades, lo que transforma es el tejido social que se fortalece cuando hay participación, reconocimiento y apropiación”.