Petróleos Mexicanos (Pemex) ha confirmado que el derrame de hidrocarburo que afectó la costa de Paraíso, Tabasco, se originó en su infraestructura. De acuerdo con un comunicado compartido por la empresa, se han reparado dos fugas en un oleoducto que transporta crudo desde la Plataforma Akal-C hasta la Terminal Marítima de Dos Bocas y que se están realizando pruebas de hermeticidad antes de reanudar operaciones.
El incidente, que contaminó 7 kilómetros de litoral, ha causado daños a manglares, fauna acuática y bancos ostrícolas, afectando a 1,500 pescadores y a prestadores de servicios turísticos. Aunque las labores de contención y limpieza han disminuido la presencia de crudo en la zona, el olor persistente sigue siendo una preocupación.
Desde el inicio de la contingencia, se desplegaron barcazas con barreras de contención, y cuadrillas especializadas han trabajado en la remoción del crudo en las áreas afectadas. La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (Semades) presentó una denuncia ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), que asignó el folio PROM 00598 para el seguimiento del caso.
El gobierno de Tabasco ha destacado la necesidad de garantizar una remediación efectiva y la aplicación de medidas de prevención para evitar futuros eventos similares. Mientras las tareas de limpieza avanzan en la Laguna Mecoacán, una Área Natural Protegida, autoridades estatales y federales continúan supervisando el impacto ambiental.
Este derrame se suma a incidentes recientes en la refinería Olmeca, lo que ha generado inquietud sobre la seguridad en la infraestructura energética. Pemex asegura que mantiene el compromiso de restaurar la actividad pesquera y minimizar las afectaciones ecológicas.