Los proveedores de Petróleos Mexicanos (Pemex) exigen el pago de una deuda acumulada de 20 mil 500 millones de dólares al tercer trimestre de 2024, alertando sobre despidos y riesgos operativos en el sector. Esta situación ha afectado gravemente a empresas grandes y pequeñas, reduciendo operaciones y dificultando la cobertura de costos y salarios, especialmente en regiones petroleras como Campeche y Tabasco.
De acuerdo con Rafael Espino, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac), la transición al nuevo gobierno ha retrasado los pagos debido a revisiones administrativas. Amespac, que incluye a 45 empresas, reclama 10 mil 500 millones de pesos para cerrar el año.
Pemex trabaja en esquemas de factoraje y busca obtener un crédito para saldar parte de los adeudos antes del 15 de diciembre, pero enfrenta tasas de interés elevadas que complican la solución.
La crisis ya ha impactado la producción de hidrocarburos líquidos y provocado la salida de empresas del país. Según los proveedores, los efectos serán visibles en los indicadores de producción de diciembre y el primer trimestre de 2025, poniendo en riesgo metas clave de Pemex.
Empresarios piden al gobierno y a Pemex una fecha concreta para los pagos y medidas para estabilizar la industria, evitando un impacto mayor en la economía del sector petrolero.