A nivel global, la industria automotriz busca nuevas alternativas para optimizar el uso y aprovechamiento de la energía de forma sostenible, con el objetivo de reducir sus emisiones contaminantes y lograr las metas de descarbonización en sus operaciones. Así, la innovación tecnológica y el compromiso social permiten que la electromovilidad crezca y se vuelva protagonista en diversos mercados, como el de Latinoamérica.
Andrea Burgos , directora General de Importadores América Latina de Volvo Cars , lidera 12 países en dicha región, e identifica un momento de transformación a diferentes ritmos. En entrevista exclusiva para Global Energy, la ejecutiva destaca su interés en impulsar la electromovilidad en Latinoamérica, ya que actualmente se visualiza la llegada de diversas marcas con un enfoque puntual en vehículos eléctricos.
“Tenemos la oportunidad de aprender de todos estos países y México lleva un avance importante en lo que se está haciendo en la industria automotriz. Vemos la llegada de diversas marcas con un enfoque en vehículos eléctricos y que permitirán acelerar la educación y la transformación hacia la movilidad eléctrica”, comparte.
En este tenor, Costa Rica destaca como uno de los mercados líderes de Volvo Cars, debido a su biodiversidad, una sustentación económica fuerte en el turismo y políticas de incentivo en materia de energías sostenibles, lo que incluye la venta de vehículos eléctricos en la región.
Seguridad integral
De acuerdo con Andrea Burgos, uno de los sellos característicos de la marca Volvo es el cuidado de sus usuarios, por lo que históricamente han destinado grandes inversiones al desarrollo de patentes de seguridad a nivel mundial para este compromiso. No obstante, al día de hoy incursionan en un nuevo nivel de cuidado: el medio ambiente en donde están las personas.
“No podría estar completa la tarea de cuidado y de seguridad, si no incluimos al medio ambiente en la conversación”, señala.
Además, destaca las ambiciosas metas para lograr esta transformación a nivel global: “buscamos para el 2025 que el 50% de nuestras ventas sean autos eléctricos. Y para el 2030, que sea el 100%”.
Al cuestionarla sobre el interés y la capacidad de Latinoamérica para adoptar estas medidas, la ejecutiva asegura que es el entorno y la posibilidad de tener una región completa en transformación hacia un portafolio híbrido enchufable y eléctrico, lo que le permite a la marca aprender y encontrar las mejores prácticas de todos los países que ella lidera.
Como empresa, Volvo sabe que un auto no solo se maneja; un auto se diseña, se desarrolla, se produce y se transporta, por lo que la compañía impulsa la sustentabilidad dentro de sus diferentes procesos, con responsabilidad y plena consciencia.
Volvo Cars implementa dos estrategias principales, que combinadas contribuyen a cumplir sus renovadas metas. Una, es la venta de autos 100% eléctricos para el año 2030; la otra, es el trabajo conjunto con sus proveedores para reducir las emisiones de CO2, generadas durante los diferentes procesos de producción y transportación de vehículos.
“De la energía que utilizamos en nuestras operaciones, el 69% es energía limpia. Para dar un parámetro de referencia, partimos de un 2019 donde ese porcentaje era 55%. También dejamos de producir motores a diésel. Son algunas de las cosas que nos hacen sentir orgullosos de que estamos en el camino correcto”, asegura.
Aunado a esto, Andrea Burgos resalta la consolidación de alianzas clave, como la participación de Volvo en la fundación Helen McArthur, dedicada al impulso de la economía circular; así como el lanzamiento de su más reciente modelo EX30, el vehículo más pequeño, completamente eléctrico y, al día de hoy, el más sustentable de Volvo Cars.
“Llevamos una serie de acciones en cómo trabajamos los planes de diseño y desarrollo de los autos, para ir sumando todas las piezas del rompecabezas que creemos que van a realmente reducir las emisiones”, señala y agrega que, actualmente, buscan reducir en un 75% las emisiones de CO2 por automóvil producido, en una comparativa contra lo emitido en 2018. En este mismo eje, buscan reducir tanto su consumo energético como hídrico en sus procesos de producción.
Asimismo, otra de las iniciativas de la compañía es hacer que cerca del 99% del desperdicio generado durante sus operaciones pueda llegar a ser reutilizable; de igual forma, trabajan en colaboración con diversas compañías para darle una segunda vida útil a baterías de vehículos eléctricos que ya han agotado su tiempo de vida útil en un automóvil.
“Hay iniciativas en todos los sentidos, tenemos la ambición de crecer y buscar la circularidad de nuestro negocio, reducir nuestras emisiones y tener una visión más holística, que no sea solamente la conducción de un vehículo eléctrico, sino también invitando a todos nuestros proveedores a unirse a esto, porque realmente es en conjunto que lograremos reducir de manera significativa y producir un vehículo que sea cada vez más limpio y amigable con el medio ambiente”, puntualiza.
Un mercado exponencial
Durante los últimos años, la sociedad ha tenido una creciente migración a vehículos híbridos enchufables; sin embargo, la ejecutiva destaca que todavía existe incertidumbre sobre estas tecnologías, la evolución de las baterías, los valores residuales de los autos, así como los costos e inversiones que implican.
En este panorama, Andrea Burgos también resalta que en América Latina existe un rápido crecimiento en la adopción de vehículos híbridos y eléctricos, en donde México no es la excepción.
“Cuando ves las estadísticas, te das cuenta de que mes tras mes, año tras año, la venta de vehículos eléctricos crece de manera acelerada”.
Además, apunta, con la llegada de otros competidores al mercado, la oferta para los consumidores será vasta y con mayor posibilidad de elegir entre diferentes opciones.
“La oferta es cada vez más diversa, tanto en modelos como en rango de precios, y esto ayuda a que la gente pueda tener acceso a la movilidad eléctrica”.
Volvo actualmente cuenta con un amplio portafolio de vehículos híbridos enchufables que, en un futuro, se convertirá en opciones 100% eléctricas. Así, destaca que, si bien este segmento en la industria automotriz ha obtenido un crecimiento considerable, como marca han logrado crecer significativamente para brindar opciones de alta calidad a sus usuarios en todo el mundo, y actualmente en América Latina con el EX30.
Ante la inminente aparición de nuevas oportunidades a partir del nearshoring, Andrea Burgos eleva sus apuestas por los vehículos eléctricos en cada uno de los países que lidera. Si bien cada país lleva caminos diferentes como resultado de sus términos fiscales, arancelarios y más, también destaca que, tan solo en Costa Rica, el 16% de las ventas nacionales ya son vehículos eléctricos.
Finalmente, Andrea Burgos visualiza un futuro positivo para la transformación de cada mercado, ya que el objetivo apunta al mismo sitio: el desarrollo de la industria de la electromovilidad, la electrificación y las prácticas sostenibles en toda la cadena de valor.
“La movilidad eléctrica es parte, pero hay muchas otras cosas que hoy realizamos como sociedad, para ser parte del cuidado del planeta. Estamos muy emocionados, vemos una fuerte compatibilidad entre cuál es la idea de la movilidad que tienen las nuevas generaciones, y lo que nosotros hacemos para lograr esas metas y llevarlas al mercado”, concluye.
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