Petróleos Mexicanos (Pemex) activó el Plan de Respuesta a Emergencias (PRE) como resultado de un derrame de hidrocarburos en el río Tula, presuntamente provocado por una falla en el suministro eléctrico en la refinería Miguel Hidalgo, la noche del sábado 11 de octubre.
En un comunicado oficial, la empresa informó que trabaja en coordinación con Protección Civil y el Cuerpo de Bomberos del municipio para recuperar la emulsión de agua contaminada. No obstante, Pemex no ha detallado la magnitud del derrame ni los niveles de afectación al ecosistema.
La compañía aseguró que “no existe riesgo para la salud de la población” y que se mantiene un “monitoreo constante” para garantizar la seguridad ambiental. Sin embargo, habitantes de la zona han expresado preocupación por la frecuencia de estos incidentes y la falta de transparencia en su manejo.
Este evento se suma a una serie de fallas operativas que han afectado a la refinería Miguel Hidalgo, señalada en diversas ocasiones por su infraestructura deteriorada. Hasta el momento, no se ha publicado un reporte técnico ni se han informado medidas correctivas, sanciones o posibles reparaciones ambientales.
Mientras Pemex insiste en que el incidente no representa un riesgo mayor, persiste el cuestionamiento sobre si se están tomando las medidas necesarias para evitar que estos eventos se repitan.






