La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) evalúa revertir su estrategia actual de mantener altos precios del petróleo mediante recortes de producción, lo que podría afectar significativamente a la industria de gas natural licuado (GNL) y a los productores de petróleo de esquisto en Estados Unidos.
Según datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA), S&P Global Platts y Rystad Energy, los productores de petróleo de esquisto en EU enfrentan costos de equilibrio dinámicos que varían entre 30 y 50 dólares por barril, dependiendo de factores geológicos, tecnológicos y financieros. Con precios actuales del petróleo rondando entre 70 y 80 dólares por barril, un cambio en la estrategia de la OPEP y un aumento en la producción de países no pertenecientes al bloque podrían llevar a condiciones operativas desafiantes para los productores estadounidenses.
Entre los países que podrían incrementar significativamente su producción para 2030 destacan Argentina, Brasil, Canadá, Guyana y Surinam, cuya capacidad conjunta podría alcanzar 12.2 millones de barriles por día, superando potencialmente a Arabia Saudita o Rusia.
El sector del GNL también enfrentaría presiones debido a su modelo de negocio basado en suministros abundantes y económicos de gas natural. Los compradores de GNL en EU con acuerdos de «licuar o pagar» asumirían mayores riesgos de volumen y precio sin medidas claras de mitigación, especialmente en un contexto de menores precios del petróleo que influirían en los costos de suministro hacia mercados asiáticos premium.
Si la OPEP implementa esta reversión en 2025, la administración estadounidense, liderada por el presidente electo Donald Trump, podría enfrentar grandes desafíos para avanzar en la expansión de la industria energética bajo su política de «Drill, Baby, Drill».