El Departamento de Estado de Estados Unidos reiteró que la licencia que permite a Chevron operar en Venezuela expirará el próximo 27 de mayo, sin posibilidad de prórroga, en línea con las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump contra el sector energético venezolano.
La confirmación contradice declaraciones previas del enviado especial Richard Grenell, quien había sugerido que la extensión de la licencia estaba en consideración tras negociaciones con altos cargos venezolanos para la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en el país. Sin embargo, en conferencia de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, enfatizó que la decisión «va en la dirección del presidente Trump», descartando cambios en la medida.
La política de sanciones de Washington afecta directamente las operaciones de Chevron, la única petrolera estadounidense que aún trabaja en Venezuela, con restricciones que le impiden pagar impuestos, regalías o dividendos a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Además, la administración Trump ha impuesto un arancel del 25% a los países que compren petróleo o gas venezolano, incluso si lo adquieren a través de intermediarios.
La situación ocurre en un contexto de tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela, que no mantienen relaciones oficiales desde el primer mandato de Trump. A esto se suma el respaldo de Washington al opositor exiliado Edmundo González Urrutia, quien reclama su victoria en las elecciones presidenciales de julio de 2024.