Unido a ello, los recortes al bombeo implementados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y algunos grandes productores fuera de ese bloque, así como el aumento de la extracción de crudo en Estados Unidos, pesaron en los precios del llamado oro negro.
De acuerdo con un informe mensual de la OPEP, el bombeo de petróleo se redujo en 857 mil barriles diarios en febrero pasado frente a los datos de octubre. Las cifras revelaron que, solo en febrero, la OPEP disminuyó la extracción del crudo en 221 mil barriles diarios en comparación con enero, hasta los 30 mil 549 millones de toneles por jornada.
Se divulgó, asimismo, que Arabia Saudita sobrepasó sus compromisos de reducción al 170 por ciento. Expertos señalan que los recortes de la OPEP, con una meta de dejar de suministrar al mercado un millón 200 mil barriles de petróleo al día durante los primeros seis meses del año en curso, constituyen el factor fundamental de la tendencia alcista que durante las últimas semanas caracterizó a la cotización del hidrocarburo.
La asociación advirtió también en su reporte que, no obstante los esfuerzos por equilibrar el mercado, la oferta de crudo podría crecer con más fuerza que la demanda durante 2019. Bajo tales condiciones, el West Texas Intermediate perdió hoy siete centavos y se cotizó a 58,54 dólares por barril, tras llegar más temprano a 58,95, su máximo en lo que va del año.
Por su parte el Brent, de referencia en Europa, retrocedió 25 centavos y cambió de manos a 66,98 unidades el tonel. Entretanto, el oro, considerado un refugio en tiempos de incertidumbre, superó los mil 300 dólares la onza debido a la depreciación del dólar y a la preocupación por el comportamiento de la economía mundial.