BP está a punto de firmar un acuerdo con el Gobierno de Irak que le permitirá invertir hasta 25.000 millones de dólares a lo largo de 25 años para reconstruir cuatro yacimientos de petróleo y gas en Kirkuk, una región que ha sido afectada por años de guerra, corrupción y tensiones geopolíticas. El acuerdo, que podría concretarse en las próximas semanas, representa un avance importante para Irak, que busca recuperar su capacidad de producción petrolera y atraer inversión extranjera.
El país, con las quintas mayores reservas de petróleo del mundo, ha enfrentado dificultades en la modernización de su infraestructura debido a años de conflicto. BP se compromete a aumentar la producción de 300.000 barriles diarios a 450.000 barriles en un plazo de dos a tres años, contribuyendo además a mejorar la captura de gas natural.
A pesar de los atractivos, como las enormes reservas de crudo en Kirkuk, el sector petrolero de Irak sigue estando marcado por la inestabilidad política, la burocracia y los riesgos para la seguridad. BP ya opera en el yacimiento de Rumaila en el sur del país, y con esta nueva inversión, apuesta por un futuro más estable en una de las regiones petroleras más ricas del mundo.