El 10 de febrero entrarán en vigor los aranceles chinos sobre las importaciones de energía estadounidense, lo que podría generar una alteración significativa en los flujos comerciales de materias primas y afectar otros mercados regionales. China impondrá un gravamen del 15% sobre el gas natural licuado (GNL) y del 10% sobre las importaciones de crudo de Estados Unidos, lo cual se considera una represalia por los aranceles estadounidenses del 10% sobre todas las importaciones chinas.
Aunque los volúmenes de crudo y GNL estadounidenses que llegan a China han sido bajos en los últimos meses, con el crudo representando solo el 1.7% de las importaciones chinas en 2024, y el GNL el 12%, los analistas señalan que estos aranceles no afectarán gravemente a corto plazo. Sin embargo, se espera que el mercado de crudo más dulce y ligero se vea afectado, ya que China buscará alternativas, incrementando las importaciones de África Occidental.
A largo plazo, las repercusiones serán mayores en el mercado de GNL. China podría aprovechar la flexibilidad de los acuerdos de GNL de EU para reventa, pero si las tensiones comerciales persisten, esto podría afectar los planes de expansión de exportaciones de GNL de Estados Unidos.
Según el director del Center for LNG, Charlie Riedl, los aranceles impactan directamente los esfuerzos de EU para expandir sus exportaciones de energía y fortalecer su influencia geopolítica.
El aumento de las tensiones comerciales podría ralentizar el crecimiento global y afectar la demanda de materias primas, incluso en el mayor importador mundial de crudo y GNL, China.