El mercado evoluciona de manera favorable y consistente. Actualmente hay alrededor de 13,500 permisos de expendio otorgados por la CRE, en donde las marcas privadas participan en más de 7,150 estaciones de servicio; es decir, poco más del 53% de las EESS del país tienen una marca diferente a la de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), lo cual da señales de que el mercado sigue en constante evolución.
Ante este panorama, se vislumbra una nueva propuesta de valor de Pemex, que ofrece nuevos productos y servicios para sus franquiciatarios, lo que lo mantiene como el competidor más relevante en el mercado nacional y con una red sólida de distribuidores en todo el país. En entrevista para Global Energy, Roberto Díaz de León, director general de Combured, ofrece un panorama general acerca de los cambios regulatorios que enfrenta el sector gasolinero al día de hoy, así como las expectativas respecto al desarrollo de negocios en el corto y mediano plazo.
“Es importante que se desarrolle la cadena de valor para contar con más infraestructura y más participantes en la comercialización y distribución –de combustibles–, que permitan no solo contar con una oferta múltiple de mayoreo, sino mantener su contribución a la seguridad energética nacional y a capturar eficiencias que puedan trasladarse al consumidor final en su beneficio”, comparte.
Retos y regulación
A través de la publicación de algunos acuerdos por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se han modificado lineamientos que buscan poner al corriente el rezago regulatorio originado por la pandemia por Covid-19, ya que se otorgaron en ese momento algunos plazos. “Con estos nuevos lineamientos, habrá que esperar si se puede lograr abatir el rezago o si fuera necesario implementar otras medidas que permitan poner al corriente toda la serie de trámites pasados y nuevos que están en proceso en dicha comisión”, explica Roberto Díaz.
Por otra parte, menciona que hay otra serie de cambios regulatorios, como obligaciones de carácter fiscal para atender y cumplir con ciertos anexos de la miscelánea fiscal; sin embargo, considera que el desafío es enorme para toda la cadena de valor, pues faltan unidades acreditadas, procesos, desarrollo e implementación de tecnología, entre otros factores que dificultan el cumplimiento. Asimismo, destaca que en temas de seguridad ambiental se ha visto con buenos ojos la intención de lograr la regularización de estaciones de servicio, mediante esquemas como el censo correspondiente por parte de la ASEA.
“Hay desafíos importantes por venir para nuestro sector, como la posible publicación de las disposiciones administrativas de carácter general, que aplicará para estaciones de servicio, comercializadores y distribuidores. En resumen, es importante hacer un análisis muy serio por parte de todos los participantes para asegurar que la regulación genere valor, que se elimine la regulación redundante y tener un marco de eficiencia regulatoria”, expone.
En relación con los cambios que dichas regulaciones ocasionan al crecimiento del sector, el director general de Combured explica que, entre el rezago de trámites y la regulación redundante, se puede determinar que el mayor impacto es el freno a la inversión y el desarrollo del sector. “Esto impacta de forma directa en la generación de empleos, pues no permite el desarrollo de infraestructura de almacenamiento, transporte, distribución y expendio de combustibles, lo que a largo plazo puede generar un problema».
Soluciones estratégicas
La variación en los precios de la gasolina, objetivamente, se debe al incremento en la inflación. Desde la visión de Roberto Díaz de León, la estrategia instrumentada por el gobierno federal ha funcionado de manera correcta, ya que ha permitido que el consumidor no tenga variaciones abruptas en los precios. Sin embargo, el impacto en la economía de la población genera una racionalización en el uso de vehículos y, por ende, se reducen las ventas de combustibles como gasolinas y diésel.
Por otra parte, la situación de delincuencia asociada a este sector también representa uno de los más grandes retos para el gobierno y el empresariado. La estrategia por parte de la IP, asegura el directivo, es apoyar los esfuerzos del gobierno en el combate al combustible ilícito en sus diferentes modalidades: huachicol, robo y ordeña de ductos, huachicol fiscal, venta informal en carreteras de combustibles, entre otros.
“Estas acciones ilícitas son el principal competidor desleal para nuestros negocios, pues venden productos y mezclas de dudosa calidad, dañan motores, afectan el medio ambiente, impactan de manera desfavorable a la generación de empleos, evaden impuestos, etc. Por eso, desde la iniciativa privada se apoyan las medidas que toman los órganos de gobierno para combatir estas acciones”.
Desde la visión estratégica de Roberto Díaz de León, las acciones a tomar se resumen en lograr una estrecha colaboración entre el Estado y el mercado, con visión de voluntad. “Por parte del gobierno se requiere agilidad en la autorización de trámites: cesiones, nuevos permisos y más. Por parte de los empresarios, necesitamos seguir invirtiendo y creyendo en México”.
Oportunidades de crecimiento
Con las recientes actuaciones de la CRE, en donde se ha reactivado el otorgamiento de permisos, el empresario tiene una alta expectativa de que pronto se podrá regularizar el sector, lo cual dará un mayor dinamismo y permitirá mayor inversión.
Aunado a las expectativas de crecimiento, la innovación y el desarrollo tecnológico en las estaciones de servicio son un nicho a desarrollar y aún no se ve claro, explica el ejecutivo. “De cierta forma hay una limitante importante por la regulación vigente en México. Vemos que hay dispensarios con terminales bancarias integradas, medios de pago ligados a los equipos de despacho; sin embargo, las normas oficiales mexicanas se deberán armonizar para que se pueda utilizar la tecnología que ya se utiliza en otras partes del mundo para beneficio directo del consumidor final”.
De igual forma, tendencias como la electromovilidad y una mayor demanda de negocios sostenibles llevarán a una evolución del negocio. “Hoy tenemos estaciones de servicio y en un futuro se convertirán en centros de menudeo de clase mundial, en donde sean estaciones multimodales que permitan apoyar la movilidad al atender vehículos a gasolina y diésel, a gas LP, a gas natural vehicular, híbridos, combustibles ecológicos como bio-diésel, hidrógeno y carros eléctricos”.
Asimismo, el empresario destaca que este será un proceso que puede llevar tiempo. “Hay algunos cálculos en donde países en desarrollo tardarán más de 30 años en migrar su parque vehicular, armonizar normas, desarrollar infraestructura, por lo que nuestra visión deberá de actualizarse con mayor celeridad”, puntualiza.
Finalmente, Roberto Díaz de León asegura que se requiere una participación activa entre el gobierno, sus organismos autónomos y la iniciativa privada, con dialogo constante. “Por eso la importancia de participar activamente en asociaciones como ONEXPO Nacional, para influir de manera positiva en los cambios estructurales y las decisiones que contribuyan a la seguridad energética y al desarrollo social de nuestro país”, concluye.
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