“Los recursos en aguas someras y terrestres son insuficientes para dar viabilidad a la empresa en el mediano y largo plazo”. Con esta frase, el doctor Ulises Hernández Romano puso sobre la mesa el principal reto de Pemex: un portafolio cada vez más reducido y con oportunidades más pequeñas. Desde el arranque de la Semana de Exploración y Producción, en el marco del 60 aniversario del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), el subdirector de Exploración de la Dirección de Exploración y Producción de la petrolera presentó un diagnóstico que confirma la madurez de las cuencas clave del país y delineó el camino para buscar nuevos conceptos geológicos y áreas con mayor potencial.
Entre 2019 y 2024, Pemex alcanzó un éxito comercial del 33 % en sus actividades exploratorias, con una incorporación anual promedio de 557 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Sin embargo, “parte de los recursos identificados no es rentable a precios actuales” y las reservas económicamente viables en aguas someras y zonas terrestres suman 2.6 miles de millones de barriles.
El directivo advirtió que el tamaño promedio de las oportunidades ha disminuido en los últimos años, lo que hace más difícil restituir reservas y mantener la producción. “Lo que nos está quedando en la cartera lo tenemos que refrescar con oportunidades más grandes”, sostuvo.
Tecnología sísmica y nuevos horizontes exploratorios
Para revertir esta tendencia, la estrategia contempla “materializar el potencial remanente de los plays convencionales en las áreas asignadas” y, al mismo tiempo, desarrollar nuevos conceptos geológicos. El plan incluye aplicar tecnologías de adquisición y procesamiento sísmico “que permitan una mejor imagen e identificar nuevos prospectos” en niveles más profundos, incluso bajo cuerpos salinos o en yacimientos de geología compleja.
“No se descubre petróleo en cuencas viejas con las viejas ideas; se necesitan nuevos conceptos y tecnologías”, afirmó. Ejemplos como el campo Ixachi, en Veracruz, muestran que una nueva mirada a cuencas maduras puede abrir etapas productivas.
El plan también contempla perforaciones en aguas intermedias, con tirantes de entre 200 y 1,000 metros, donde Pemex ha identificado prospectos de mayor tamaño que el promedio actual. Además, se busca acceder a áreas adicionales con alto potencial, muchas de ellas subexploradas, que podrían desarrollarse bajo esquemas propios o en colaboración con terceros.
Apuesta por plays complejos y baja permeabilidad
Otra prioridad es retomar la evaluación de yacimientos de baja permeabilidad, como en el norte de Tampico-Misantla, donde predominan gas y condensados. “El acceso a nuevas áreas con potencial significativo es fundamental para la sostenibilidad de la empresa”, subrayó Hernández Romano.
Estos desarrollos comenzarían con proyectos piloto para evaluar su productividad antes de pasar a producción. El plan contempla reducir el uso de agua dulce mediante alternativas como agua residual tratada, agua congénita o agua de mar, con el objetivo de optimizar costos y disminuir el impacto ambiental.
“Si no ampliamos nuestras alternativas, la incorporación de reservas será cada vez más difícil y eso puede comprometer la seguridad energética de México”, advirtió.
Metodologías avanzadas de modelado de cuencas fortalecen exploración y nuevas energías
El modelado de cuencas y sistemas petroleros, disciplina clave para anticipar y jerarquizar prospectos, fue el eje de la intervención del Maestro Aurelio España Pinto durante la Semana de Exploración y Producción del IMP.
El especialista subrayó que esta herramienta “contempla toda la historia geológica desde el basamento, pasando por el depósito de roca generadora, roca almacén, roca sello y la conformación del yacimiento junto con todos los procesos geológicos del sistema petrolero”.
Junto a la explicación, precisó que esta etapa forma parte del primer eslabón de la cadena de valor de exploración, donde “se realizan las actividades de análisis de cuencas, de sistemas petrolíferos y de plays hipotéticos”, advirtiendo que “es muy fácil que nos podamos confundir”, ya que, aunque comparte insumos con los modelados estático y dinámico, sus objetivos y alcances son distintos.
Metodología y trayectoria
En el IMP, la metodología de modelado integra información física, química y geológica para generar modelos geológicos, termales y geoquímicos. Desde 2024, la institución realiza de forma interna la construcción de cinéticas, definidas por España Pinto como “el modelo matemático de cómo va a reaccionar mi roca generadora”.
La calibración es un paso crítico. “Si yo le meto basura, voy a obtener basura. Esta es la forma en la cual yo garantizo que no voy a tener esa basura”, afirmó. Para ello, se busca lograr coincidencia entre datos medidos y modelados en propiedades como porosidad, reflectancia de vitrinita o temperatura. “Cuando un modelo está calibrado, entonces ya puede ser utilizado para hacer predicciones”.
En su repaso histórico, presentó 25 años de proyectos que han incluido modelado de cuencas: estudios integrales en el Golfo de México con interpretación sísmica y adquisición de datos gravimétricos y magnetométricos, modelado estructural y trabajos en yacimientos de baja permeabilidad. En algunos casos, la información generada se clasificó como reservada por Pemex, lo que modificó el alcance de la participación del instituto. “Es entendible al ser información estratégica, pero se sigue apoyando”.
También destacó avances metodológicos como el uso de modelados probabilísticos para áreas frontera, técnica que redujo tiempos de análisis y que posteriormente fue retomada por la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Aplicaciones en transición energética
El maestro España Pinto identificó dos áreas clave para esta disciplina en la transición energética. “Detectamos dos principalmente: la parte del hidrógeno geológico y el aspecto geotérmico”.
En el caso del hidrógeno, explicó que “algunos de estos escenarios de generación de hidrógeno se pueden modelar, se pueden predecir o empezar a evaluar a través del modelado de cuencas”, considerando ventanas de generación, cantidades de productividad y cambios isotópicos durante la maduración de la roca generadora. Sobre geotermia, señaló que “el mismo modelado nos permite hacer construcciones de modelos termales donde yo pueda identificar dónde quedan mis zonas con mayor alto flujo de calor”.
El especialista concluyó reconociendo el trabajo de múltiples generaciones de expertos: “Es un esfuerzo de muchos años, de muchos, muchos especialistas que sería inútil mencionarles”.