Tesla concretó un acuerdo por 4,300 millones de dólares con LG Energy Solution para el suministro de baterías de litio-ferrofosfato (LFP). Estas baterías no se usarán en vehículos eléctricos, sino en sistemas de almacenamiento de energía en Estados Unidos. La producción se realizará en las plantas de LG ubicadas en ese país, como parte de una estrategia para diversificar la cadena de suministro fuera de China.
El contrato comenzará en agosto de 2027 y tendrá una duración inicial de tres años, con posibilidad de extenderse hasta siete. LG Energy informó que el volumen podría aumentar según las consultas con el cliente, aunque no confirmó públicamente que se trata de Tesla. “También trabajaremos para asegurar una cadena de suministro adicional de proveedores que no sean con sede en China, pero llevará tiempo”, señaló Vaibhav Taneja, director financiero de Tesla.
Este es el segundo acuerdo de Tesla en Corea del Sur en julio. Días antes, la empresa cerró un pacto por 16,500 millones de dólares con Samsung Electronics para fabricar semiconductores de inteligencia artificial. Los chips AI6 serán producidos en una planta en Texas y estarán destinados a vehículos autónomos y sistemas de IA. Elon Musk confirmó el acuerdo en X, destacando su relevancia para los planes tecnológicos de la compañía.
La apuesta por baterías LFP responde a su menor costo y mejor desempeño en climas fríos. LG Energy inició su producción en Michigan en mayo y planea expandirla en su planta conjunta con General Motors en Tennessee. El acuerdo con Tesla podría fortalecer su presencia en el mercado de almacenamiento energético, un segmento en crecimiento frente a la desaceleración de la demanda de autos eléctricos.
Las acciones de LG Energy cayeron hasta un 2.4% tras conocerse el acuerdo, en medio de movimientos especulativos del mercado. La empresa se limitó a confirmar el contrato mediante una presentación regulatoria, citando un acuerdo de confidencialidad. Tesla, por su parte, no respondió de inmediato a solicitudes de comentarios.






