Por el Ing. Iván Iglesias, Gerente de Aseguramiento de Calidad de eGas
La competencia en el sector de empresas de control volumétrico en México ha crecido de forma significativa, impulsada por la obligatoriedad impuesta por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para un amplio rango de empresas que manejan hidrocarburos y petrolíferos.
Esta regulación busca garantizar la transparencia y trazabilidad de estos productos, combatiendo la informalidad y el robo de combustibles. En el caso de los controles volumétricos, las estaciones de servicio enfrentan un panorama compuesto por tres elementos clave: un marco regulatorio vigente, diversos competidores y la implementación de tecnologías.
Actualmente, el marco regulatorio en México no solo contribuye a tener mayor control sobre la trazabilidad de los combustibles, sino que también impulsa la adopción de nuevas tecnologías en las estaciones de servicio para cumplir con sus obligaciones en los siguientes rubros:
– Obligación fiscal: El Anexo 30 de la Resolución Miscelánea Fiscal (RMF) y otras disposiciones del SAT establecen la obligación de llevar controles volumétricos para quienes comercializan, transportan, distribuyen, importan, exportan o usan hidrocarburos y petrolíferos, incluyendo gasolineras, empresas de transporte, almacenamiento y autoconsumo con ciertos volúmenes.
– Sanciones por incumplimiento: El incumplimiento conlleva multas, suspensión o revocación de permisos, cancelación de sellos digitales (lo que impide emitir facturas electrónicas), e incluso sanciones penales. Esto obliga a las empresas a buscar soluciones de control volumétrico confiables y verificables.
– Requisitos técnicos: La normativa exige el uso de software especializado, bitácoras electrónicas, conciliación mensual de inventario y validación técnica anual del sistema por una empresa verificadora.
Bajo este contexto, es importante que los empresarios gasolineros identifiquen los siguientes elementos al momento de contratar proveedores relacionados con el Anexo 30:
Desarrolladores de software de control volumétrico: Numerosas empresas ofrecen plataformas para la recopilación, procesamiento, almacenamiento y envío de información al SAT. Es fundamental que el permisionario verifique que estén debidamente acreditadas ante la autoridad.
Unidades de Verificación (UVAs) y empresas de certificación: Son responsables de verificar la correcta operación de los equipos y programas informáticos de control volumétrico. Emiten los dictámenes y certificados requeridos por el SAT.
Asesorías y consultorías fiscales/energéticas: Ofrecen servicios para entender y cumplir con la normativa, evaluar impactos, ajustar procesos y brindar representación legal.
Proveedores de equipos de medición: Aunque no son empresas de control volumétrico como tal, su papel es esencial. Fabrican y distribuyen instrumentos como medidores de flujo, sondas de nivel y sistemas de dispensario, que generan los datos primarios para los controles volumétricos.
El control volumétrico se compone de registros de recepciones, entregas y existencias. Los sistemas de medición, físicos y electrónicos, permiten obtener estos datos en niveles primario, secundario y terciario. Actualmente, eGas cuenta con soluciones tecnológicas integrales de hardware y software que garantizan el cumplimiento del Anexo 30 y la RMF, desarrolladas conforme a las normativas y actualizaciones vigentes.
Recientemente, la firma encabezada por el Ing. José Alfredo Cristino Vázquez incorporó a la Suite eGas mejoras orientadas a la actualización normativa inmediata (Ficha 283/CFF), automatización de reportes e integración con sistemas ERP y de facturación electrónica. Esto permite a las empresas cumplir en tiempo y forma con sus obligaciones fiscales y operativas.
Además, la solución tecnológica permite recopilar datos con precisión, detectar mermas o inconsistencias y garantizar la integridad de la información, lo que resulta fundamental para evitar sanciones y mejorar la eficiencia operativa.
Los desafíos y oportunidades del sector
– Mercado en expansión: A pesar del tiempo transcurrido desde la entrada en vigor de la regulación, muchas empresas aún no cuentan con certificación de operación, lo que representa una oportunidad para ofrecer soluciones especializadas.
– Necesidad de actualización: Las constantes modificaciones normativas, como la RMF 2025, generan una demanda continua de servicios de adaptación y mejora tecnológica.
– Conocimiento especializado: La implementación requiere personal técnico capacitado en volumetría, gestión de sistemas y análisis estadístico, lo que obliga a mantener equipos altamente preparados y en constante actualización.






