Iberdrola, a través de su filial ScottishPower Energy Networks, ha presentado su plan de negocio quinquenal al regulador energético Ofgem, con una inversión de 10,600 millones de libras (más de 12,830 millones de euros). Esta inversión se destinará a la mejora y expansión de las infraestructuras eléctricas en el Reino Unido, con un enfoque en el centro y sur de Escocia.
El plan, titulado How we get there, abarca el ciclo regulatorio RIIO-T3, que va de abril de 2026 a marzo de 2031. Los recursos se utilizarán para construir 12 nuevas subestaciones de transporte y modernizar 450 kilómetros de circuitos, 87 kilómetros de líneas aéreas y 35 kilómetros de cables subterráneos, con el objetivo de aumentar la capacidad de la red eléctrica británica y satisfacer la creciente demanda.
Asimismo, Iberdrola tiene previsto facilitar la conexión de hasta 19,000 MW de energía limpia a la red, lo que contribuirá a reducir los costes de restricción y generará un ahorro estimado de 167 libras (202 euros) por hogar anualmente hasta 2030.
La compañía también planea duplicar su plantilla de transporte, creando 1,400 nuevos puestos de trabajo directos, además de respaldar 11,000 empleos adicionales en todo el Reino Unido. Según un estudio del Centro de Política Energética de la Universidad de Strathclyde, el plan de negocio podría generar un beneficio económico de 2,000 millones de libras (más de 2,400 millones de euros) anuales para la sociedad británica.