El gobierno de coalición de Noruega, compuesto por el Partido Laborista y el Partido Centro, está considerando la posibilidad de terminar las interconexiones energéticas con Dinamarca cuando estas lleguen a su renovación en 2026. Además, está evaluando renegociar los acuerdos de energía con el Reino Unido y Alemania. Esta medida surge en respuesta al aumento sin precedentes de los precios de electricidad en el sur de Noruega, los cuales han alcanzado sus niveles más altos desde 2009.
Y es que los precios de electricidad alcanzaron niveles sin precedentes la semana pasada. En la región sur del país, los costos superaron las 13 coronas noruegas (1.12 €) por kWh en las horas pico, incluyendo alquileres de red y tarifas adicionales.
En comparación, el promedio de la Unión Europea para la primera mitad de 2024 es de 0.1867 € por kWh, lo que refleja una brecha significativa, mientras que en México las tarifas de electricidad tuvieron este año precios que oscilan entre 0.98 y 3.52 pesos por kWh (aproximadamente 0.05 a 0.19 €), dependiendo del nivel de consumo y la región.
El aumento de precios ha causado un malestar generalizado, ya que, tradicionalmente, Noruega ha disfrutado de precios energéticos bajos gracias a su abundante generación hidroeléctrica. Este incremento se atribuye a varios factores, incluidos la reducción de la generación de energía eólica en Europa y un aumento en la demanda durante los meses más fríos. La integración de Noruega al mercado energético europeo, facilitada por estas interconexiones, ha llevado a una volatilidad en los precios nacionales, ya que las fluctuaciones de precios en la UE impactan directamente en las tarifas de electricidad en Noruega.
La Unión Europea depende de la energía hidroeléctrica de Noruega para estabilizar su mercado energético. Por lo tanto, cualquier reducción en los vínculos energéticos podría tener implicaciones significativas para la estabilidad regional del mercado y su dinámica.
Este tema se ha convertido en un punto central en la política noruega, influyendo en los debates de cara a las elecciones parlamentarias previstas para septiembre de 2025. Las encuestas indican un posible cambio hacia un gobierno de centro-derecha, con partidos como el Partido Progresista, de derecha, que también abogan por revisar los vínculos energéticos con Dinamarca, el Reino Unido y Alemania.
Si bien los consumidores noruegos se benefician de subsidios gubernamentales que mitigan el impacto de los altos precios de electricidad, las implicaciones económicas más amplias de modificar las interconexiones energéticas requieren una cuidadosa consideración. Los posibles cambios de política subrayan el complejo equilibrio entre mantener la asequibilidad energética interna y cumplir con los compromisos energéticos internacionales.