Luego de que el mercado impusiera una tasa altísima a los bonos emitidos por Pemex en el mes de enero, la petrolera estatal de México se está preparando para pagar la deuda por su cuenta este año. Asimismo, recurrirá al gobierno, en lugar del mercado, en busca de ayuda si los precios del petróleo se desploman, compartieron dos fuentes a Reuters.
La estrategia se produce después de un largo «estira y afloja» entre Pemex y la Secretaría de Hacienda sobre quién pagará la cuantiosa deuda de la empresa; la cual, con un total de $105,000 millones de dólares, convierte a Pemex en la petrolera más endeudada del mundo.
En 2021, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a ayudar a Pemex con los pagos de la deuda para así liberar fondos de la empresa e invertir en exploración y producción con el fin de, en última instancia, impulsar la producción, un objetivo central del gobierno.
Pero a medida que los precios del crudo se dispararon tras la invasión rusa de Ucrania, la Secretaría de Hacienda argumentó que Pemex debería aprovechar ganancias inusualmente altas (9,600 mdd durante los primeros nueve meses de 2022) para cumplir con los pagos de la deuda por su cuenta.
Sin embargo, los precios sufrieron una baja, cambiando con ello el panorama propuesto por la Secretaría. Por lo cual, el presidente ejecutivo de Pemex, Octavio Romero, advirtió en diciembre que hubo conversaciones con Hacienda sobre un nuevo apoyo.
Lamentablemente, el apoyo requerido por el presidente de la petrolera no llegó en enero, lo que obligó a Pemex a aprovechar el mercado. Pero el mercado, preocupado por la aparente atracción del apoyo del gobierno, impuso una prima del 10.375% sobre los $2,000 millones de dólares en bonos emitidos a 10 años.
En comparación, los bonos soberanos de vencimiento similar se emitieron al 5.3%.
El alto costo de los préstamos obligó a Pemex a recalibrarse y a renovar su determinación de evitar el mercado, dijeron dos fuentes de la empresa familiarizadas con el tema.
“Por ahora, el plan es usar el efectivo de Pemex y no realizar más operaciones de refinanciamiento de deuda en los mercados, siempre que los precios del petróleo se mantengan altos”, dijo una de las fuentes que pidió el anonimato para hablar de un asunto no público.
Pemex ha dicho que debe pagar unos $8,000 mdd de deuda financiera este año y $8,700 mdd el próximo.
«El presidente Andrés Manuel López Obrador siempre ha dicho que si es necesario… se dará más apoyo», dijo la fuente, y agregó: «Si los precios del petróleo caen mucho, muy por debajo de lo presupuestado, entonces quizás habría que buscar inyecciones directas para saldar la deuda».
Ambas fuentes declararon que Pemex confiaba en los altos precios del crudo para mantener las inversiones para este año y cumplir con sus obligaciones financieras, sin emitir más bonos.
El gobierno estima que la combinación de exportaciones de petróleo de la compañía valdría $68.70 por barril este año, por debajo del promedio obtenido de $89.35 por barril en 2022.
Los precios del crudo Brent, de referencia mundial, se han estabilizado este año en medio de preocupaciones de una contracción económica después de haber subido un 10% el año pasado.
Ni Pemex ni la Secretaría de Hacienda respondieron a las solicitudes de comentarios.
Durante la administración actual, Pemex ha recibido un estimado de $45 mil millones en capitalizaciones, transferencias directas, exenciones de impuestos y otras contribuciones, según una presentación de la compañía en enero vista por Reuters.
Actualmente, el gobierno mexicano y Pemex han tenido dificultades para reducir los niveles generales de deuda. La deuda financiera comenzó a dispararse hace años cuando la compañía petrolera se endeudó para pagar sus deudas.
La empresa pagó en enero al menos ocho cupones de diferentes bonos que vencieron, así como $1,100 millones por el resto de uno emitido en 2013.