La producción de petróleo de la región de Vaca Muerta en Argentina sigue creciendo a pasos agigantados. Según un análisis de Rystad Energy, la producción podría llegar a 1 millón de barriles por día (bpd) antes de 2030, consolidándose como uno de los campos de shale más importantes a nivel mundial.
Este aumento representa un cambio clave para Argentina, que ha sufrido una década de declive en su producción petrolera. Con un récord de 400.000 bpd en el tercer trimestre de 2024, la mejora en la productividad y la ampliación de la capacidad de extracción impulsada por YPF y productores locales como Vista Energy están llevando a la región hacia este ambicioso objetivo.
La infraestructura energética también juega un papel fundamental. El oleoducto Vaca Muerta Sur, con una inversión de 2.500 millones de dólares, y la ampliación del gasoducto Néstor Kirchner están diseñados para facilitar la extracción y el transporte de petróleo y gas, con un enfoque hacia el autoabastecimiento y las exportaciones.
Vaca Muerta no solo representa un avance para la producción de petróleo, sino que también es clave para la estrategia energética a largo plazo de Argentina, ayudando a reducir la dependencia de las importaciones y posicionando al país como un jugador relevante en los mercados internacionales de energía.