La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que la política energética de México no está a discusión y que no habrá modificaciones en la materia durante la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Señaló que los cuestionamientos internacionales sobre la reforma eléctrica provienen de “fundamentos ideológicos o intereses políticos” de algunos parlamentarios en Estados Unidos y Canadá. Añadió que en los primeros acercamientos para la negociación del tratado comercial hubo alusiones al tema, pero “no hubo una expresión de inconformidad expresa”.
La mandataria explicó que la reforma eléctrica aprobada establece un nuevo esquema de participación privada, en el cual la Comisión Federal de Electricidad (CFE) emitirá convocatorias específicas para proyectos de generación en puntos donde se requiera energía eléctrica.
Sheinbaum indicó que la Secretaría de Energía (Sener) diseñó un modelo distinto para la inversión privada, debido a que existían permisos otorgados para proyectos que no eran viables. Precisó que en el caso de proyectos de energías renovables, como plantas solares o eólicas, será obligatorio contar con baterías de respaldo para extender la generación y garantizar estabilidad técnica en la red.
También informó que se están revisando los contratos ilegales de autoconsumo con el objetivo de regularizar su operación. Mencionó que algunas empresas ya han comenzado a adecuarse al nuevo modelo de inversión, como la compañía Cox, que trabaja en la actualización de sus contratos de autoabasto.
“No se viola el tratado, para empezar, y segundo, son decisiones soberanas del pueblo de México. Entonces no está a discusión cambiar lo que se aprobó”, afirmó Sheinbaum, al insistir en que los argumentos en contra de la reforma eléctrica carecen de sustento técnico y responden a posiciones políticas.






