Este lunes, los precios del petróleo se mantuvieron cerca del máximo registrado en este inicio de año, gracias a la relajación de las restricciones de COVID en China que han aumentado las expectativas de una recuperación de la demanda del principal importador de crudo del mundo.
El crudo Brent cayó 89 centavos, 1.04%, a $84.39 dólares el barril a las 08:28 GMT. Mientras que el crudo West Texas Intermediate de EE. UU. cayó 1.11 dólares, un 1.31%, a $79.06 dólares el barril, en medio de una escasa actividad comercial durante el feriado público estadounidense del lunes.
Ambos contratos subieron más del 8% la semana pasada, siendo las mayores ganancias semanales desde octubre, luego de que China abandonara lo que quedaba de su política de restricciones de cero COVID, al reabrir sus fronteras el pasado 8 de enero.
A la par, nuevos informes durante el fin de semana destacan un aumento en las muertes por COVID-19, haciendo mella en la confianza del sector.
Las importaciones de crudo por parte de China aumentaron un 4% interanual en diciembre, mientras que el esperado resurgimiento de los viajes para las vacaciones del Año Nuevo Lunar al final de la semana elevó las perspectivas de demanda de combustibles utilizados en el transporte.
El ministro de energía de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail al-Mazrouei, comentó este lunes que los mercados petroleros se encuentran al momento en un equilibrio.
Mientras tanto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y la Agencia Internacional de Energía publicarán sus informes mensuales esta semana, seguidos de cerca por los inversores para conocer las perspectivas de oferta y demanda mundial.
Los inversores igualmente buscarán pistas sobre las perspectivas durante el Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, el cuál se inauguró este lunes que se inauguró el lunes; asimismo, estarán atentos a una reunión del Banco de Japón (BOJ) esta semana para determinar si defenderá su enorme política de estímulos.