La refinería de Volgogrado, operada por el gigante petrolero ruso Lukoil, suspendió sus operaciones tras sufrir una serie de ataques con drones que afectaron directamente sus unidades de procesamiento. De acuerdo con fuentes del sector, el cierre se mantendrá al menos hasta mediados de septiembre, mientras se evalúan los daños y se realizan trabajos de reparación.
Los ataques ocurrieron entre el 13 y el 14 de agosto, en el contexto de una intensificación de ofensivas ucranianas contra instalaciones petroleras en el sur y centro de Rusia. El primer impacto afectó la unidad de destilación de crudo CDU-5, con capacidad de 9,110 toneladas diarias, mientras que el segundo dañó las unidades CDU-1 y CDU-6, con capacidades de 18,590 y 14,570 toneladas por día, respectivamente.
Autoridades locales informaron que el 14 de agosto se logró extinguir un incendio en la planta, sin detallar el alcance de los daños estructurales. Lukoil no respondió a solicitudes de comentarios sobre el incidente ni sobre el impacto operativo en el suministro de combustibles.
La refinería de Volgogrado procesó 13.7 millones de toneladas de petróleo en 2024, lo que representa el 5.1 % del volumen total de las refinerías rusas. Su paralización podría afectar la distribución regional de crudo y derivados, en un momento de alta tensión geopolítica previo a la reunión entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia.
“Ucrania ha intensificado los ataques diarios contra refinerías y depósitos de crudo rusos”, señalaron fuentes del mercado, al destacar el patrón de ofensivas en infraestructura energética.






