El contar con una autorización ambiental por parte de las autoridades, como la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), en todas las instalaciones del sector hidrocarburos, es no sólo una obligación legal, sino una condición indispensable para operar de forma responsable, señaló la Ing. Beatriz Marcelino Estrada, en el marco del 6° Congreso Internacional de Energía: Refinación, Gas y Petroquímica en Veracruz.
En su ponencia titulada “Autorización de Impacto Ambiental en el Sector Hidrocarburos”, la directora general de GRUPO CIITA advirtió que el cumplimiento normativo debe ser parte integral de la planeación técnica y jurídica de cualquier instalación. La autorización puede tramitarse mediante una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) o un Informe Preventivo (IP), y su ausencia puede derivar en clausuras o multas significativas.
Marcelino subrayó que este requisito no debe verse como una carga administrativa, sino como una herramienta para garantizar la sostenibilidad operativa, reducir riesgos legales y fortalecer la seguridad jurídica de los proyectos energéticos. “Ignorar este paso puede tener consecuencias graves”, puntualizó.
Su intervención se dio en un contexto de creciente exigencia regulatoria, donde el cumplimiento ambiental se ha convertido en un eje técnico para la continuidad operativa de instalaciones vinculadas a la refinación, el gas natural y la petroquímica. El congreso reunió a especialistas, autoridades y representantes de la industria para debatir sobre infraestructura, normatividad y transición energética.






