El sistema eléctrico nacional enfrenta desafíos significativos en las últimas semanas, con alertas y apagones que preocupan a la población. Sin embargo, una solución tangible está a la espera de ser implementada: la activación de nueva infraestructura de generación privada, que cuenta con más de 2,000 megavatios (MW) instalados y listos para operar. Estos megavatios equivalen al 4% del consumo actual, ofreciendo un alivio crucial para el sistema.
Régulo Salinas, presidente de la Comisión de Energía del Consejo Coordinador Empresarial y la Confederación de Cámaras de Industriales, destaca que esta capacidad ya está disponible, pero la burocracia y la falta de permisos obstaculizan su entrada en funcionamiento. Proyectos eólicos, solares e hidroeléctricos enfrentan retrasos administrativos que impiden su contribución al suministro energético.
La Asociación Mexicana de Energía Eólica informa sobre más de 835 MW en parques eólicos terminados, mientras que la Asociación Mexicana de Energía Solar señala cerca de 600 MW en espera de contratos de interconexión. Además, proyectos hidroeléctricos y de cogeneración también están paralizados por trámites burocráticos.
La falta de acción gubernamental ante esta situación es evidente, con consecuencias palpables. Desde el 7 de mayo, el Centro Nacional de Control de Energía ha emitido alertas debido a consumos que superan los 50,000 MW en horas pico, indicando una urgente necesidad de acción.
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