La Agencia Internacional de Energía (IEA) señaló en su World Energy Outlook 2025 que la producción petrolera de México continuará en descenso durante la próxima década. El organismo estima una reducción cercana a 800 mil barriles diarios, incluso con el inicio de operaciones en los grandes yacimientos descubiertos recientemente en el país.
Los campos Trion, Polok-Chinwol y Zama, considerados estratégicos por su potencial, no lograrán compensar la declinación de los campos maduros. En junio pasado, la IEA ya había proyectado que para 2030 México dejaría de producir alrededor de 680 mil barriles por día, mientras que importaría cerca de 500 mil barriles de crudo para cubrir la demanda interna.
El informe más reciente coloca a México como el segundo país con mayor caída en la producción de hidrocarburos hacia 2035, solo detrás de Rusia, cuya extracción se reducirá en un millón de barriles diarios. Para el país europeo, esa baja representa menos del 10% de su producción actual, mientras que para México la disminución de 800 mil barriles podría significar hasta 50% de su producción vigente.
La IEA también prevé que México se convertirá en un importador neto de hidrocarburos en el horizonte de 2035, lo que marcaría un cambio relevante en la balanza energética nacional y en la capacidad de abastecimiento interno.
En contraste, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha planteado que Pemex alcanzará una producción de 1.8 millones de barriles diarios de hidrocarburos líquidos al cierre de su sexenio. El Plan Estratégico de Pemex también contempla incrementar la producción de gas natural, fertilizantes y refinados, como gasolinas y diésel, cifras que difieren de las proyecciones de la IEA.






