La adopción de la electrificación en el transporte y otros sectores dependientes del petróleo se está acelerando, por lo que se espera que merme el petróleo cada vez más rápido. Ante este panorama, Rystad Energy, la mayor consultora de energía independiente de Noruega, rebajó su pronóstico de demanda máxima de petróleo a 101,6 millones de barriles por día (bpd), cifra que llegará en 2026, antes de lo que se pensaba, y se estabilizará antes de caer por debajo de los 100 millones de bpd después de 2030.
De acuerdo la consultora energética, la demanda de petróleo se reducirá principalmente por un mercado de vehículos eléctricos (EV) en crecimiento, el reciclaje de plásticos, una proporción creciente de hidrógeno en el sector petroquímico y la sustitución del petróleo en los sectores eléctrico, agrícola y marítimo.
Por otra parte, afirmó que otros sectores seguirán viendo una demanda de petróleo próspera a mediano plazo, como camiones, productos marítimos y petroquímicos. Mientras que a largo plazo, en la aviación habrá una sustitución considerable del combustible para aviones con combustibles no derivados del petróleo como el combustible biológico, que todavía forma parte del universo global de productos líquidos.
“La demanda de petróleo evolucionará en tres fases. Hasta el 2025, la demanda de petróleo aún se ve afectada por los impactos del Covid-19 y los vehículos eléctricos aún tardan en despegar, luego, desde 2025-2035, las disminuciones estructurales y los impactos de sustitución, especialmente en los camiones, se afianzan y, finalmente, hacia 2050, el reciclaje de plásticos y tecnologías aceleradas en el sector marítimo será el tramo final de transición, lo que reducirá aún más la demanda de petróleo hasta los 51 millones de bpd en 2050 en nuestro caso medio ”, dice Sofia Guidi Di Sante, analista de mercados petroleros de Rystad Energy.