La Energy Information Administration (EIA) pronosticó que, para 2025, Estados Unidos registrará las menores importaciones netas de crudo desde 1971. Según su informe de perspectivas energéticas a corto plazo (STEO) de diciembre, las importaciones netas caerán a 1.9 millones de barriles diarios, frente a los 2.5 millones de este año.
Este descenso se atribuye al incremento en la producción nacional de crudo, que se espera alcance 13.52 millones de barriles diarios en 2025, y a una reducción en las operaciones de las refinerías estadounidenses, estimadas en 16.0 millones de barriles diarios para el próximo año.
El informe también destaca que las importaciones netas de este año fueron similares a las de 2023 debido a un balance entre el aumento de la producción y el crecimiento equivalente de las operaciones de refinación. Sin embargo, para 2025, se proyecta una disminución en las importaciones netas impulsada por un mayor volumen de exportaciones y una menor capacidad de refinación.
La EIA subrayó que, aunque Estados Unidos sigue siendo un importador neto de crudo, también se posiciona como un exportador neto de productos petrolíferos.