El proyecto de ampliación del oleoducto Trans Mountain (TMX) en Canadá, tras una larga espera de 12 años y una inversión de 34.000 millones de dólares canadienses (24.700 millones de dólares estadounidenses), finalmente está listo para iniciar operaciones. Este hito marca un cambio significativo en el panorama energético del país.
Con una capacidad para transportar 890.000 barriles diarios de crudo desde Alberta hasta la costa del Pacífico, el TMX casi triplicará el flujo de petróleo, abordando las limitaciones de los oleoductos anteriores y reduciendo la necesidad de vender con descuento. Para Canadá, el impacto es potencialmente transformador: se espera que el proyecto eleve los precios del crudo, aumente el producto interior bruto nacional y proporcione un acceso expandido a los mercados petroleros asiáticos.
La historia del TMX está marcada por controversias y obstáculos. Propuesto por primera vez por Kinder Morgan en 2012, el proyecto fue adquirido por el gobierno canadiense en 2018 para garantizar su realización. Sin embargo, enfrentó retrasos regulatorios y costos que superaron ampliamente el presupuesto original, destacando los desafíos inherentes a la industria energética.
El anuncio de los permisos finales por parte del Regulador de Energía de Canadá (CER) el martes finalmente allana el camino para el inicio de las operaciones del oleoducto. Trans Mountain Corp ha fijado el 1 de mayo como la fecha de inicio comercial del proyecto, aunque se espera que el primer cargamento salga de la terminal marítima de Westridge en el puerto de Vancouver más adelante en mayo.
El inicio de operaciones del oleoducto Trans Mountain representa un hito crucial para Canadá y su industria petrolera, con el potencial de reconfigurar el panorama energético del país y su acceso a los mercados globales.
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