La Comisión Federal de Electricidad (CFE) renunció a su concesión mayorista para tomar el control del fideicomiso que administra las deudas de Altán Redes, obteniendo el 48.63% de las acciones de la empresa y el 23.08% de los derechos fideicomisarios. Con esta decisión, la estatal también podrá nombrar a dos de los 11 miembros del Consejo de Administración de Altán.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) condicionó la transacción a la renuncia de la concesión mayorista de la CFE para evitar la duplicación de permisos en el mercado de redes móviles. La empresa estatal había obtenido en 2023 un título que le permitía rentar capacidad de red a compañías como Megacable, Telmex e Izzi, sin embargo, el regulador argumentó que Altán ya contaba con una concesión similar.
La CFE notificó su renuncia al IFT el pasado 21 de febrero a través de un escrito en el que aseguró que la decisión no afectará el interés público ni los derechos de los usuarios o terceros. Como resultado, la empresa estatal tomará el control del fideicomiso que creó en 2022 en colaboración con Banco Azteca para garantizar el pago de las deudas de Altán con 119 acreedores, entre los que se encuentran Huawei, Nokia, AT&T, América Móvil, Operbes de Televisa y Telefónica.
El regulador reconoció que, pese a la renuncia de la concesión, la participación de la CFE en Altán podría influir en la operación y visión de negocio de la empresa, lo que generaría riesgos en la competencia del sector. Entre las preocupaciones señaladas se encuentran la posibilidad de que ambas compañías intercambien información sobre precios, calidad y tiempos de atención en condiciones más favorables para sus clientes, como los Operadores Móviles Virtuales (OMV).
Actualmente, la CFE y Altán mantienen un convenio de compartición de infraestructura, donde la Red Compartida suministra capacidad de red y tarjetas SIM a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, mientras que la estatal provee torres y antenas para fortalecer el negocio mayorista de Altán.
El IFT estableció condiciones regulatorias para evitar distorsiones en el mercado, sin embargo, la posible extinción del regulador podría generar cambios en las reglas que rigen la relación entre la CFE y Altán en el sector de telecomunicaciones.