La Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES) alertó sobre la complejidad que implica la formación de precios de los combustibles en México, al señalar que se trata de un fenómeno multifactorial influido por variables internacionales, operativas y regulatorias.
De acuerdo con el organismo, los precios no se determinan de forma aislada, sino que responden a una serie de elementos interconectados que incluyen la cotización del petróleo, el tipo de cambio, los costos de refinación y transporte, así como la ubicación geográfica de cada estación de servicio respecto a las terminales de abasto. “El mercado internacional cambia todos los días, viéndose afectado por múltiples factores como guerras e inestabilidad en las naciones”, señaló la asociación.
A estos elementos se suman los gastos derivados de fletes, seguros y fianzas, junto con el cumplimiento de normativas técnicas, ambientales y fiscales que deben atender tanto las estaciones como las terminales de abastecimiento. Estos requisitos, según AMPES, representan una carga operativa significativa que incide directamente en el precio final al consumidor.
La asociación hizo un llamado a realizar análisis responsables que consideren tanto la estabilidad económica como la viabilidad operativa del sector. En ese sentido, destacó la necesidad de garantizar el cumplimiento normativo en materia de seguridad, legalidad y medio ambiente, sin comprometer la competitividad del mercado.
AMPES reiteró su disposición para colaborar con autoridades, empresarios gasolineros y actores del sector energético, con el objetivo de fortalecer un entorno de certidumbre jurídica y eficiencia operativa que contribuya al desarrollo del país y a la sostenibilidad de las estaciones de servicio.
Este posicionamiento se da luego del anuncio realizado este jueves por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, sobre la renovación del acuerdo voluntario para mantener el tope de 24 pesos por litro en el precio de la gasolina regular.






