Según el informe presentado por la OLADE, la región se prepara para un año clave en la transición energética, destacando el protagonismo de la energía nuclear, eólica marina y el almacenamiento a través de baterías.
En su Panorama Energético de 2024, el secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), Andrés Rebolledo, destacó que América Latina continúa avanzando en la incorporación de energías renovables, posicionándose como un líder mundial en sostenibilidad. De acuerdo con las estadísticas de la organización, el 60% de la energía generada en la región proviene de fuentes limpias, como la solar, eólica, geotermia, biomasa y energía hídrica.
Con miras a 2050, se espera que el 85% de la electricidad en la región provenga de fuentes renovables, con una meta ambiciosa de generar 1,500 gigavatios (GW) adicionales de capacidad instalada. Además, para 2024, se anticipa que el 79% de la nueva capacidad instalada sea de energía renovable.
Uno de los temas clave que ganará relevancia en 2025 es la generación de energía eólica marina, que comenzará a ser integrada en las políticas públicas de países como Colombia y Brasil. También se espera que el debate sobre la energía nuclear se intensifique, con Argentina, Brasil y México a la vanguardia, y países como El Salvador considerando su incorporación en los próximos siete años.
El almacenamiento de energía mediante baterías, cuyo costo ha disminuido, es otro de los temas destacados. Empresas en El Salvador, como Neoen y AES, ya están implementando esta tecnología como una opción viable para optimizar el suministro energético.
Por otro lado, la transmisión de energía será un desafío creciente. Países como Ecuador, que enfrentaron crisis de suministro, han fortalecido los intercambios energéticos con sus vecinos mediante sistemas como el SIEPAC en Centroamérica, permitiendo a los países miembros optimizar el uso de su energía.
Para 2025, se prevé que estos temas tomen gran protagonismo en la región, consolidando a América Latina como referente mundial en la transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible.