En el marco del Congreso Internacional de Energía 2025, especialistas internacionales coincidieron en que México posee un potencial energético excepcional, que incluye al sector de las renovables, gas natural, uranio y bioenergía. Sin embargo, advirtieron que para detonar inversiones el país debe garantizar seguridad jurídica, certidumbre regulatoria y políticas públicas claras.
“México tiene mucho potencial y ahora, para poder invertir, necesitan un marco estable, claro y seguro”, afirmó Emmanuel Braun, consejero de Desarrollo Sostenible de la Embajada de México en Francia / Ambassade du Mexique en France.
Recordó que parte del sector privado mantiene cautela y que muchas empresas han sufrido ante proyectos que se han parado en el pasado. “Están ahora muy prudentes, entonces hay un tema de confianza que se debe restaurar siempre”, señaló.
Braun señaló que Francia está lista para acompañar a México en su transición energética y que el país Galo y México comparten el mismo propósito: una transición energética justa, humanista e inteligente. Además aseguró que su país será “un socio confiable y dinámico al lado de México”.

El diplomático subrayó además que México ya es un país nuclear y que la central de Laguna Verde enfrenta etapas críticas como modernización y eventual desmantelamiento. “Francia ha pasado o está pasando por estas etapas y podemos intercambiar experiencias y prácticas”, explicó.
Además destacó que México tiene ventajas únicas y que el Servicio Geológico Mexicano estima 160 mil toneladas de uranio, incluso en Tamaulipas; lo que representa una viabilidad técnica para el sector nuclear en México.
Sobre los reactores modulares avanzados (AMR), que prometen complementar sistemas dominados por renovables, señaló que aún no son maduros, pero hacia 2030 o 2040 pueden ser una muy buena solución para producir hidrógeno con baja huella de carbono y apoyar redes con intermitencia.
Centroamérica: transición justa y reglas claras
Para Aida Lorenzo de Juárez, representante de la Asociación de Combustibles Renovables de Guatemala, la clave de cualquier transición energética es la claridad institucional. “Los biocombustibles y la bioenergía no van a crecer si no hay desarrollo de políticas públicas claras y reglas de largo plazo”, advirtió.
Explicó que no se puede pensar solo en electricidad y que se necesita energía para que todos puedan moverse, para cocinar, para la industria, y que por eso mismo “es crucial” enfocarse en la canasta energética de cada país.
Además, Lorenzo añadió que Guatemala ha logrado atraer inversión privada con certidumbre y competencia. “En Guatemala tenemos un mercado eléctrico privado con normativas claras y licitaciones que han funcionado durante años; eso da confianza a las empresas”, señaló.

México, comentó, tiene retos significativos por su matriz dominada por combustibles fósiles, pero también una oportunidad. Explicó que el consumo de combustibles fósiles representa más del 50 por ciento de sus emisiones.
“Si quieren cumplir sus metas climáticas necesitan políticas precisas, especialmente en bioenergía”, aseguró.
Modelos internacionales y colaboración para detonar inversiones
Por su parte, Cesar Vera Mendez, vicepresidente del Consejo de Asesores de Holland House México, afirmó que la República Mexicana tiene un potencial excepcional que no debe desaprovechar. “Tenemos en México un potencial enorme; el cielo es el límite”, expresó.
“No reinventemos el hilo negro; podemos replicar modelos de éxito que están ocurriendo a nivel mundial y adoptarlos”, añadió.

Vera Méndez explicó que México puede convertirse en un proveedor estratégico de energía y combustibles limpios y ejemplificó que si los Países Bajos van a importar hidrógeno; no pretenden producirlo todo, pero sí “ser el hub”.
“¿Por qué no replicar ese modelo desde este lado?”, dijo. “Me gusta mucho el modelo que se está trabajando acá en Tamaulipas”, señaló.






