A casi un año de asumir la presidencia de la unión de asociaciones de gasolineros más grande de México, Jorge Eduardo Mijares Casas, Presidente de Onexpo Nacional, comparte para Global Energy su visión sobre el panorama del sector gasolinero al cierre del primer semestre del año: “los empresarios gasolineros buscamos ofrecer siempre abasto suficiente para atender la demanda de gasolinas en todo el país, que es cercana a los 180 millones de litros al día, así como satisfacer a los consumidores en calidad y precio. Por supuesto, con buen servicio, seguridad y limpieza de instalaciones”, expuso en entrevista.
Agregó que luego del impacto de la pandemia, que derrumbó la demanda, el empresario pudo retomar estrategias para ser más eficiente en los procesos tanto operativos como administrativos, con la idea de obtener la rentabilidad necesaria. Es así que la estación de servicio ofrece cada vez más una experiencia de consumo diversificada.
“La estación de servicio sigue siendo un giro muy dinámico. Vivimos tiempos de una importante reconfiguración del mercado de combustibles, con algunos actores que entran y con algunos otros que salen, como es propio de los procesos abiertos. Como unidad de negocio la estación de servicio es siempre un ente innovador y orientado hacia el futuro”.
Sin embargo, Jorge Eduardo Mijares Casas reconoce que existen retos para las estaciones de servicio y para la cadena de valor del almacenamiento, comercialización, distribución, transporte y venta de gasolinas y diésel, “se ha generado una compleja situación por las frecuentes redundancias regulatorias, mejor conocidas como sobrerregulación. La sobrerregulación no agrega valor al Estado, al empresario, o al usuario consumidor. El tema de la obtención de permisos de operación sigue siendo delicado”, considera el experto.
Asimismo, el presidente de Onexpo Nacional comparte que, de toda la cadena de valor de los petrolíferos, el expendio al público es de las más afectadas por los cambios regulatorios implementados recientemente. Ejemplificó con el caso de empresas, aun aislados, que han perdido su esencia a cambio de atender a las autoridades.
“La redundancia regulatoria es tan abrumadora que seguramente será y es uno de los factores que más presionen en situaciones de consolidación de mercado, ya que los empresarios patrimoniales -que son la mayoría- no podrán sustentar el costo de esta regulación y terminarán por ceder sus estaciones de servicio a otros participantes con mayor capacidad”, agrega el experto.
La sobrerregulación implica también costos asociados a la operación, que agregan un sobreprecio al consumidor final. En consideración de Mijares Casas, esto es materia de constante evaluación porque incide directamente en hacer más accesible el costo de las gasolinas y el diésel al consumidor.
“El reto para los reguladores sería lograr de su parte un análisis profundo de todas y cada una de las regulaciones y eliminar las redundantes, las que no generan ningún valor para la industria y el estado: es deseable que revisen cuántas son similares para conjuntarlas en una sola y se vuelva a analizar la propuesta de generar modelos del tipo ventanilla única para desahogar trámites regulatorios federales, estatales y municipales. La apertura de gasolineras enfrenta nuevas trabas regulatorias que incluso pueden retrasar el inicio de operaciones hasta por cuatro años, una demora que casi ningún negocio puede soportar”.
No obstante, Jorge Eduardo Mijares Casas reconoce que actualmente sucede el cambio paulatino hacia la electromovilidad: “En general, el sector ha estado atento a la evolución de la movilidad híbrida y eléctrica, pero el gran boom de estaciones de servicio que suministren energía eléctrica y gasolinas en un solo punto de venta no es ni será inmediato”. Agregó que el cambio sí se dará, y ya se está dando, pero de manera paulatina.
De hecho, a México le quedan quizás 30 años para continuar atendiendo la demanda y el abastecimiento de combustibles fósiles en estaciones de servicio. Al respecto, Onexpo Nacional sostiene la tesis de que, para lograr la transformación del sector de distribución y expendio de combustibles, las estaciones de servicio, las empresas de almacenamiento y comercialización de combustibles deben procurar una buena coordinación entre el sector privado y el público.
“Ni el Estado ni el mercado pueden solos. Es la interacción de ambos lo que traerá beneficios auténticos al país. Reiteramos que estamos en la mejor disposición para compartir nuestra experiencia y seguir generando proyectos, seguir creando empleo e infraestructura mediante empresas legalmente constituidas que permitan al fisco obtener ingresos que den al gobierno instrumentos de gasto público para promover el desarrollo social y la atención de grandes proyectos en salud, alimentos, seguridad, educación”, agregó el presidente de Onexpo Nacional.
Para ello, dijo que la institución que encabeza es un interlocutor que promueve la profesionalización y capacitación en todos los niveles de quienes laboran en las estaciones de servicio. “Seguiremos dando impulso a estas tareas, a la difusión técnica y jurídica relacionada con actividades de esta parte de la cadena de valor de los hidrocarburos. Divulgamos las nuevas tendencias en tecnologías presentes y de utilidad en la gestión de los combustibles. También mantenemos canales de comunicación y de diálogo con los poderes públicos y una relación institucional con los organismos reguladores. Se trata, en suma, de fortalecer con el conjunto de actividades que realizamos, la representación profesional y comprometida de los gasolineros desde Onexpo Nacional y sus 53 asociaciones en todo el país”, concluyó.
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