En medio de la transición hacia la electromovilidad a nivel mundial, las dudas respecto al uso de este tipo de vehículos están más presentes que nunca. JAC ve en el país una de sus principales áreas de desarrollo industrial, y tiene como objetivo hacerlo partícipe de los procesos que permitirán avanzar hacia una nueva era en la industria automotriz.

Por Marisa Miranda Arroyo

Actualmente la electromovilidad se vislumbra como la ruta a seguir en la industria automotriz alrededor del mundo; sin embargo, en México aún se encuentra en desarrollo y con oportunidades de avanzar. Además, lo hace de forma acelerada, más rápido de lo que se pronosticaba.

Para Isidoro Massri, director general de JAC Motors en México, el panorama de comercialización de autos eléctricos aún está en desarrollo, aunque el interés de la sociedad en el tema se mantiene en crecimiento. “El público está viéndolo mucho más de lo que la industria se hubiera imaginado, nosotros vemos un México más despierto e interesado en este tipo de tecnologías”, comparte en entrevista para Global Energy.

De acuerdo con el ejecutivo, actualmente México tiene un sinfín de dudas, justificadas por el desconocimiento de las tecnologías con las que se desarrollan los autos eléctricos, y del potencial que ofrecen actualmente y a futuro como la principal alternativa de los automóviles con motor de combustión interna.

Al respecto, comenta que las reglas cambian y se adecuarán al nuevo mercado, que también se encuentra en constante actualización. “Los usuarios, vendedores y las plantas, vamos a tener que dedicar mucho más tiempo a explicar las cosas, más paciencia”.

En comparación con países que desde hace más de cuatro años impulsan la electromovilidad, como China, que en 2021 registró una venta de más de 2 millones de unidades, en el mismo año México alcanzó una cifra de 47 mil vehículos, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).

La travesía de la electromovilidad

El primer paso para disipar las dudas que pudieran surgir respecto a la adquisición y uso de un auto eléctrico, de acuerdo con Isidoro Massri, es a través de la cercanía con este tipo de vehículos, desde pruebas de manejo hasta el intercambio de experiencias con otros usuarios. Para JAC, el enfoque de estas oportunidades va más allá: “No todo es prueba de manejo – cotización – venta”, hacemos las cosas distintas”, explica el director general.

“Un eléctrico se vende solo y cuando lo manejas se te empiezan a quitar estas dudas y una persona que está interesada en comprarlo y lo hace, generalmente es porque conoce a alguien que tiene, manejó, o conoció lo que es tener un eléctrico. Compartir estas experiencias es lo que hace un cambio radical”.

Sin embargo, Isidoro Massri es consciente de que México se encuentra en una transición para lograr que todo el país maneje un auto eléctrico, y posteriormente tome una decisión respecto a la adquisición de uno de estos vehículos. “Las dudas que se tienen son barreras mentales, se pueden responder, pero es difícil hasta que lo manejes o hasta que escuches una experiencia de alguien que conoces”.

A nivel industria, el director general de JAC México asegura que existen las herramientas necesarias para impulsar la electromovilidad en el país, e incluso mantener esa tendencia al alza. “Tenemos el producto, la tecnología, ya existen las respuestas a todas las preguntas, y un usuario mexicano no necesita nada adicional aparte de la oferta del producto. El que queramos hacerlo como marca es lo único que necesitamos”.

Asimismo, desde JAC México se impulsa el desarrollo de la industria automotriz y de la electromovilidad desde una visión única para las necesidades del país. La presencia de la marca en Latinoamérica, y específicamente en el territorio mexicano, les ha permitido adecuarse a la transición del sector. “La planta que tenemos en Hidalgo produce autos, la tropicalización de producto que tenemos en México solo sirve para México”, explica el directivo.

“JAC tiene presencia en 140 países, pero nosotros solo vemos por México y este se ha convertido en uno de los países más importantes y relevantes en volumen para la empresa a nivel mundial. Este ha sido nuestro enfoque, ver a México como el único, el más importante, el que necesita toda la atención; cada decisión que se toma en el país es para una planta de ensamble, para la gente mexicana, enfocada en un idioma español de México y con pesos mexicanos”.

Tenemos la tecnología, ¿por qué no?

El reto tecnológico que conlleva la transición del uso de vehículos con motor de combustión interna a eléctricos no se enfoca solo en el armado del producto, sino que requiere de una comunicación digital, la experiencia para lograr que haya un contacto entre el usuario y la marca, sin importar si este es físico o digital. La importancia de mantener una conexión y hablar el mismo idioma, le permite a la marca brindar comodidad en la comercialización de los vehículos, de forma que el mundo digital guíe a lo físico y viceversa.

Por otra parte, al cuestionar sobre la tendencia de comercialización que existe actualmente en México, Isidoro Massri explica que, debido a la etapa de desarrollo en la que se encuentra el país, el enfoque se ubica en los autos híbridos, a pesar de que a nivel mundial la tendencia apunta hacia más del 70% en el mercado de autos eléctricos.

Frente a un panorama en donde existen cada vez más dudas respecto al uso de automóviles eléctricos, Massri destaca que la tecnología que existe en la actualidad ya es suficiente; “las baterías son eficientes, nos permiten tener un auto asequible en grandes distancias, como los recorridos en México”. Sin embargo, también aseguró que es necesario mayor desarrollo en infraestructura, finanzas, vehículos y cargadores de carga rápida.

Respecto a la fabricación de automóviles eléctricos y el impacto ambiental que rodea a este proceso, el ejecutivo asegura que el enfoque es “cero a cero”. “Las baterías requieren cierto proceso de mina, extracción de minerales, pero esto es un enfoque en donde la vida del coche es cero a cero, tiene cero emisiones. El problema que tenemos todos es que creemos que la batería del celular es la batería del coche, pero no es así, es totalmente distinta”.

De acuerdo con el director de JAC, la batería de un auto, en promedio, tendrá una duración de 20 años de vida, y 30 más en uso secundario, por debajo del 80%, es decir, se habla de una degradación natural. En ese sentido, explica que en regiones más desarrolladas, como Europa y Asia, el segundo uso de las baterías se destine al almacenamiento, o banco de energía, en paneles solares a nivel industrial.

“Es posible aplicarlo en una oficina, en casa, y mantener una autonomía energética 100% renovable que va a tener 30 años de vida. Existen empresas que pagan por estas baterías, porque pueden generar negocio de esta materia prima”.

Asimismo, respecto al negocio de autos seminuevos comenta que la situación será diferente a como se lleva a cabo en este momento. “Va a ser muy distinto, al comprar un eléctrico seminuevo, lo conectas a una computadora y te va a decir que la vida del coche es al 93%, 97%, 95%, y te pedirá que reemplaces algún módulo, pero sigue funcionando igual. Habrá muchos cambios, es demasiado para procesar, necesitamos tiempo para entender todo esto y lo hemos entendido en JAC, México apenas empieza”.

En promedio, en México, la batería de un automóvil JAC tiene una duración aproximada de entre siete y 10 días, siempre en función del uso que se le dé al vehículo. “La gran ventaja es que es totalmente lo opuesto al coche de combustión, en tráfico gasta cero, en carretera consume un poco más”, explica Massri. “Cuando avanzas sin acelerar generas energía, entonces hay trayectos en donde vas a generar energía y va a permitir consumir poco, y otros en los que vas a tener más consumo”.

Con una gran parte de las necesidades tecnológicas cubiertas, y la disposición para resolver las principales dudas respecto al desarrollo de autos eléctricos, el director general de JAC México asegura que es posible encontrar los beneficios de impulsar la electromovilidad en el país, sin embargo, es un proceso que llevará tiempo y cuyos resultados serán visibles para las futuras generaciones. “Tenemos que demostrar que México merece esa tecnología y ser parte de esa transformación”.

Nacer diferentes

Isidoro Massri comenta que, en 2017, cuando la marca llegó a México, sabían que representaba un reto, principalmente por la competencia de empresas de talla mundial que existen en el mercado. No obstante, sabiendo que no sería fácil, decidieron tomar riesgos respecto a la toma de decisiones.

A diferencia de un gran número de empresas que se adaptaron a los cambios de paradigmas durante la pandemia por Covid-19, el director general de JAC México asegura que la empresa nació con la habilidad de transformarse. “Nacimos diferentes, pensamos en todas las barreras que debíamos romper y en una época de cambio aprovechamos la oportunidad. Esto fue la diferencia en la industria y el sector automotriz”.

“Esto se ha convertido en nuestro idioma, vemos oportunidades. Los cambios aceleraron muchas cosas, hay empresas que siguen en proceso de adaptación, pero para nosotros esto ha sido algo bueno y que nos ha permitido tener mayor adaptabilidad”.

Finalmente, Isidoro Massri comparte que la misión y dedicación de JAC, como mexicanos, es darle a México lo que necesita para ser parte de la transición hacia la electromovilidad, y permitirle ver que no debe mantenerse como espectador, sino como una parte importante del proceso.

La tendencia alrededor del mundo indica que el camino es hacia la electromovilidad y tiene un impacto en el desarrollo global. Retrasar ese camino es ir en contra del avance tecnológico que hoy existe, y por ello es necesario seguir el rumbo que ya emerge en este país, concluyó el directivo.