Por Marcial Díaz Ibarra, Consultor en regulación energética
En febrero de 2025, el Gobierno Federal anunció un acuerdo voluntario con los principales grupos gasolineros del país para mantener el precio de la gasolina Magna por debajo de los $24.00 por litro.
La medida, planteada como un “pacto de buena voluntad”, buscó evitar incrementos abruptos en el combustible más consumido de México, sin necesidad de imponer controles formales de precios. El 2 de septiembre, este acuerdo fue ratificado, confirmando que será un pilar de la política energética de estabilización de precios en lo que resta del año.
Margen creciente, competencia decreciente
El pacto evitó el temido “gasolinazo”, pero generó un techo psicológico en $24.00/litro. Si antes algunas estaciones competían con precios en el rango de $23.30 a $23.60, hoy la mayoría se alinea al máximo permitido, reduciendo los incentivos a ofrecer descuentos reales. Se observa una alineación tácita de precios: no existe colusión formal, pero el mercado dejó de ser dinámico.

Comparativa internacional: el espejo de Texas
El 3 de septiembre de 2025, el precio promedio del galón de gasolina regular en Texas fue de $2.77 dólares, equivalente a $0.73 USD por litro. Al tipo de cambio actual (~$18.5–19 pesos por dólar), el costo real en pesos es de apenas $13.5 por litro. En México, incluso con el pacto, el precio ronda los $24/litro: casi un 78% más caro.
Implicaciones económicas
- Estabilidad inflacionaria: el acuerdo contuvo el componente energético del INPC.
- Competencia limitada: las estaciones dejaron de competir en centavos.
- Competitividad industrial en riesgo: la brecha encarece la logística y resta competitividad al nearshoring.
- Distorsiones y riesgos de huachicol fiscal: el diferencial abre la puerta al contrabando técnico.

Conclusión
El pacto Magna $24 cumplió con su propósito inmediato: evitar alzas bruscas y garantizar estabilidad. Sin embargo, consolidó un esquema donde los márgenes aumentan y la competencia disminuye, mientras se mantiene una brecha enorme frente a los precios internacionales.
La gran lección: los pactos voluntarios estabilizan coyunturas, pero si no se acompañan de reformas fiscales, incentivos regulatorios y mejoras en Pemex, se convierten en parches que distorsionan la eficiencia del mercado.






